A pocos días de las elecciones en las que representarán una de las novedades salientes, los votantes sub 18 esperan el gran día con una expectativa dispar. Casi 600 mil jovnes irán a las urnas en la provincia de Buenos Aires y unos 7 mil pertenecen a Florencio Varela. Para algunos será el momento esperado en el que podrán emitir su primer voto, ese para el que tanto se informaron y prepararon en los últimos días con Internet como su principal herramienta de consulta. Otros irán a las urnas con un menor grado de interés y hasta admitiendo que les faltó bastante información. Muchos coinciden en destacar que, hasta que no se convirtió en ley la iniciativa que les permite ir a votar, la política no formaba parte de sus intereses de todos los días. Y que ahora está más presente, pero sigue compitiendo con otras esferas de interés propias de la edad: la de las tareas escolares, la de los videojuegos, la de las salidas a bailar. La mirada de los propios chicos de la zona Sur sobre las elecciones es diversa. Algunos dicen haber decidido ya su voto, otros están en eso. Pero todos consideran que la formación que recibieron, en general, fue insuficiente. “Creo que a muchos chicos nos está faltando información para ir a votar. Generalmente las fuentes de consulta son Internet, la escuela, los padres, el barrio. Pero esto depende de cada chico y de las herramientas que le puedan dar en su escuela o en su casa”, dice Agustín Cerdá (17), un adolescente de Florencio Varela. Algunos de los chicos consultados reconocen que no tienen mayor interés en la política, pero igual van a ir a votar. Es el caso de Esteban Schmidt (16), un adolescente del centro de Quilmes, quien dice que “la política no me llama la atención, pero voy a ir a votar con la idea de que el representante que elija haga algo para mejorar la vida de todos los días”. Es entonces cuando los chicos consultados enumeran cuales son las principales preocupaciones de los adolescentes de su edad y, por lo tanto, el mensaje que más les interesa escuchar de los candidatos. “A los chicos de 16 años nos preocupa la seguridad y la educación, antes que nada. Y las propuestas en esas áreas son las que más nos interesa escuchar”, dice Agustín Cerdá, de Berazategui. Otro de los temas que ponen en el tapete es el grado de preparación y madurez que tiene un chico de 16 años para votar, un aspecto largamente debatido antes de que el voto a los 16 se convierta en ley. Para algunos chicos, como Horacio Molina (18) o Magalí Civardi, “muchos chicos de 16 años no están suficientemente preparados para ir a votar, tienen otros intereses, están pensando en salir y en los videojuegos y si van a votar van a terminar eligiendo según la opinión de los padres”. Bárbara Artigas (17) cree que el voto a los 16 le va a convenir “sobre todo a los políticos, porque es un voto muy maleable, muy fácil de manejar”. No todos piensan igual. Maximiliano (16), un adolescente de Ingeniero Allan dice que ya decidió su voto y que para eso tuvo que informarse mucho, leer diarios, ver televisión, hablar con su familia sobre el tema, conocer la propuesta de los candidatos. La familia, la escuela, Internet y en última instancia el entorno social aparecen como las fuentes de información más consultadas en el marco de una generación que pasa buena parte de su tiempo on line. “En la escuela, por ejemplo, tenemos una materia que se llama Construcción Ciudadana que te da un pantallazo básico, pero sólo eso. Después es necesario informarse a través de otras fuentes”, dice Magalí del barrio Monte Cudine de Varela. ¿Qué opinan los mayores? Algunos adultos, como el docente Roberto Palmeri, entienden que, frente a la posibilidad de votar, la predisposición y el grado de madurez de los chicos de entre 16 y 17 años es tan diverso que se hace muy difícil sacar conclusiones generales. “Hay de todo. Hay chicos que a esa edad ya tienen una definición política y hasta están militando. Otros que se informan específicamente para votar en estas elecciones y que tienen un interés temporario. Y otros a los que no les interesa para nada y que tienen la mente puesta en otra cosa. Algo que es totalmente natural, ya que los chicos están transitando la salida de la preadolescencia y no lo hacen a un ritmo homogéneo, sino cada cual a su modo”, dice Palmeri. Para el psicólogo especialista en niños y adolescentes Leopoldo Mancinelli, la posibilidad de votar a partir de los 16 es una iniciativa que “va a contramano de una tendencia que busca demorar la maduración”. Mancinelli dijo oportunamente a este diario que “cuando se habla de chicos de 16 años se trata de personas que en caso de haber tenido una adecuada nutrición y estimulación pueden haber alcanzado la cima de la capacidad intelectual, en el sentido de realizar operaciones formales, encarar problemas abstractos, proponer hipótesis, elaborar teorías, etcétera. Sin embargo, es un momento de la vida cruzado por una serie de cambios hormonales, físicos y psicológicos que colocan al joven en una situación confusa, en la que tiene que esforzarse para lograr una identidad personal, habilidad para integrarse a grupos de pares que lo convaliden y establecer una distancia adecuada con los adultos signitficativos de su medio”. Para Horacio (18), vecino de Villa Vateone, quien votará el domingo 11 por primera vez “a mi me parece que los chicos a los 16 años están saliendo recién del cascarón, tienen todavía mucho para ver y aprender y eso se va a notar en su voto”. Con todo, el peso del voto joven va a representar un porcentaje reducido del total de los votantes. En total son 592.344 los jóvenes de 16 y 17 años inscriptos para votar en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, un 2% de los 30.530.000 personas habilitados para votar. Según pudo pudo averiguar CUATRO MEDIOS son 592.344 los chicos de entre 16 y 17 años los que se inscribieron voluntariamente para votar en las próximas elecciones y unos 7 mil pertenecen a Florencio Varela. Todos representan el 25 de las personas habilitadas para ir a las urnas.
cuatromedios.com
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