De Aloisio a Bragarnik, nadie tuvo tanto bajo su ala

Gerenciamientos solapados, clubes bajo su órbita y el proyecto de quedarse con el juego relativo al fútbol, una mina de oro con varios interesados. Todo reunido bajo una misma persona que puede pasar desapercibida en la calle.
De Aloisio a Bragarnik, nadie tuvo tanto bajo su ala
Un afiche contra Bragarnik, en septiembre de 2014. Racing fue campeón semanas después
Hace muchos años Settimio Aloisio era el representante de jugadores top para el fútbol argentino, con sus mejores pupilos en Europa o lo mejor del fútbol local. Y hasta durmiendo con el enemigo: el mito cuenta que después del 0 a 5 del Monumental, el empresario festejó en el vestuario visitante con los colombianos, porque era el apoderado de varios y se le abría un abanico de oportunidades comerciales interesantísimas.


Hoy retirado de la actividad, ya no quiere hablar de fútbol y el reinado parece estar en manos de otro hombre, diametralmente opuesto en cuanto a la exposición. A Christian Bragarnik casi no se le conoce la voz y así como Aloisio tenía el anclaje italiano –por sangre y principales vínculos comerciales-, la nueva estrella de los pases lo tiene con México, por meras cuestiones laborales. En los 90, el canoso de bigotes y gustoso de los accesorios de oro, levantaba la mano cada vez que se hablaba de un jugador: lo tenía, lo vendía, era de él o ya estaba vendido, pero su firma siempre estaba.

En el nuevo milenio, aparece Bragarnik. Tiene jugadores que antes no tenía: su método de trabajo le absorbe a los jugadores al antiguo representante y sobre todo tiene injerencia en clubes enteros. El gerenciamiento es una figura, pese a los intentos en Racing o Quilmes, rechazada por la estructura orgánica de nuestro fútbol, pero solapadamente, Grabarnik lo hace.




Desembarcó en Defensa y Justicia y aunque no hay ningún papel firmado, cualquiera sabe que el departamento de fútbol tiene tanta injerencia en la conformación del plantel como el interés de Ramón Díaz por el semillero de Boca. "Son los mexicanos", "Los jugadores los pone Bragarnik", dicen todos en Florencio Varela.

Algo parecido pasa Godoy Cruz, el primero de los emprendimientos masivos del empresario. No se puede decir lo mismo en La Academia, pero la llegada del técnico, a quien representa, coincidió con un aluvión de refuerzos de su sociedad anónima Score Fútbol, que tiene intereses en varios clubes. También tiene sueltitos, uno o dos jugadores en clubes en los que no opera drásticamente, aunque pueda hacer enroques de técnicos.

Pero en AFA, alguien sacó la cuenta y se ríe contando el chiste que no está documentado en ningún lado: "Ya tiene a Defensa, Racing, Godoy Cruz, Rosario Central y San Martín de San Juan. ¿Quién puede decir que tiene el control de cinco clubes en Primera, eh?". Los que el remate no les causa gracia hacen las cuentas y advierten que una sexta parte de los 30 equipos que competirán en Primera, concentran un número grande de sus jugadores en los planteles profesionales.

La  parte que no cuenta el chiste es que el empresario quiere desembarcar con los juegos online asociados al fútbol argentino, en el que se podrá apostar por Local, Visitante o Empate y muchas otras variantes asociadas al partido. Será, entonces, algo así como que el dueño de la mitad de las bolillas sea el encargado de organizar un sorteo transparente...

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