jueves, 13 de abril de 2017

“Hablemos sin saber”



Por Héctor Reynoso-. En una sociedad madura y coherente siempre prima el sentido común, es por ello que cada actor social trata de cumplir el papel que mejor hace aunque a veces hay que soportar la intromisión de aquellos que sin saber nada cumplen una tarea para lo que no están capacitados minimamente.

En mi caso siempre trato de ser tolerante y hasta comprensivo con la ignorancia ajena porque considero que es parte del devenir de la vida, pero no puedo callar ante las agresiones morales a las que se somete al periodismo de parte de personas que no tienen ni idea de que se trata. Hoy, ante la desgastada imagen del hombre en nuestra sociedad nos incluyen a todos en el mismo terreno por falta de una mirada analítica de la función que cumplimos, los periodistas aquí y en cualquier lugar del mundo tenemos la obligación de contar lo que debemos y lo que podemos, muchas veces para poder decir lo que sospechamos necesitamos imperiosamente documentación respaldatoria, al periodista se le permite ser critico pero no prejuicioso, en otras oportunidades con una simple crónica cubrimos la noticia del día, no somos jueces, somos periodistas.
La auspiciosa libertad de expresión trajo consigo elementos que afectan al genuino trabajo del periodismo, la beneficiosa siembra de medios alternativos también trajo un aire nuevo en materia de comunicación, pero a contramano de lo que se podría esperar, los resultados no son del todo positivos, las radios FM de baja potencia venden sus espacios horarios a quien los quiera comprar, no preguntan siquiera si esos compradores saben hablar o tratar con el público de una manera que cumpla con la misión de informar, entretener y formar opinión. Se trata de pagar un precio horario y decir lo que quiera a su antojo ese supuesto periodista que viene a opinar y en vez de informar se dedica gran parte de su tiempo a señalar a los periodistas que si, trabajan a conciencia sobre la tarea que realizan, con la responsabilidad que les cabe dentro de un marco legal porque los periodistas pagan monotributo y también ingresos brutos, eso les permite trabajar con responsabilidad, los periodistas viven de su trabajo y por ello son habilitados y reconocidos legalmente, los otros, los que minan el camino haciendo nada más que hablar sin saber de qué se trata, no son responsables de nada y siembran de dudas la noble tarea que con mucho sacrificio se lleva adelante, muchas veces cargando compromisos éticos y de conducta, para mantener una credibilidad que los otros ignoran.
Nada es tan fácil como algunos plantean y promueven cuando dicen que callamos, callamos porque no hay otra forma hasta que no se pueda documentar lo que queremos decir, y dedicarnos a hacer comentarios facciosos no es tarea del periodista, no es creíble ni respetable, sería una buena medida que los medios alternativos les exijan a estos promotores del resentimiento social, la correspondiente experiencia para poder hablarle al público para no sumar más gente a su propia confusión, lo mismo que en los organismos oficiales pedirles acreditación para hacerlos responsables de lo que van a emitir, eso en un principio, además de estar debidamente registrados y habilitados para cumplir esa tarea, mientras tanto, seguiremos hablando sin saber de nada, pero hablando de todo porque el aire es gratis. Y en algunos medios por unas monedas decir lo que se le antoje, agrediendo, ofendiendo y bastardeando una profesión que carga con muchos mártires en su historia y desarrollo, porque para el periodismo nada, absolutamente nada es gratis.

Varela al Día

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