miércoles, 9 de mayo de 2012

“Nuestro” Hudson no estuvo en la Feria




Días atrás cerró sus puertas la Feria Internacional del Libro realizada en la ciudad de Buenos Aires.
En ella editoriales, librerías, casas de provincias, representaciones extranjeras y municipalidades –entre otras entidades participantes- compitieron para ofrecer a los miles de visitantes diarios el atractivo de sus manifestaciones culturales, invitándolos al conocimiento y la lectura.
El viernes 4 el programa oficial de la Feria informaba que, en horas de la tarde, en la sala Victoria Ocampo, la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Quilmes haría la presentación de libros de autores locales, actividad en la que se anunciaba la presencia del intendente de ese Distrito, Francisco Gutiérrez. En el stand correspondiente a ese municipio se exhibía una vitrina con antiguas ediciones de obras de Guillermo Enrique Hudson, facilitadas por el Museo Provincial existente en Los Veinticinco Ombúes, la casa natal del reconocido naturalista y escritor, en Florencio Varela.


Paralelamente, una información llegada a los medios vía Internet, emitida por el mencionado Museo, señalaba que, a la misma hora y en el mismo lugar, se efectuaría una mesa redonda bajo la consigna: “Recuperando a Guillermo Enrique Hudson, hijo de Quilmes”. Participarían de la charla la docente María Rosa Mariani, inspectora de Educación Superior de la provincia de Buenos Aires; el museólogo Rubén Ravera, subdirector del museo convocante; el editor Roberto Tassano y el Secretario de Cultura quilmeño, Héctor Bandera.

Llegada la hora prevista ocuparon el estrado los nombrados, a excepción de Bandera, cuya ausencia no se explicó, como tampoco la del Jefe Comunal de Quilmes.

Concluida la charla, los presentes recibimos de obsequio un pequeño volumen, de distribución gratuita –“Te lo cuento como un cuento”- editado por el Rotary Club de Berazategui y Buenos Aires Books, en el que se recrean textos de algunas de las obras literarias de Hudson, compiladas por María Rosa Mariani, destinadas al público infantil y juvenil.

Frente a esta realidad, como vecina varelense, me permito cuestionar: Si bien el predio donde se alza la casa natal del naturalista antaño formaba parte del partido madre de Quilmes, desde 1891 integra la geografía del partido de Florencio Varela a partir del logro de su autonomía municipal. ¿No debió también, Florencio Varela, estar presente en la evocación de su vida y su obra? Si nos atenemos a lo que se considera su autobiografía –“Allá lejos y hace tiempo”- en ella Hudson describe sus años de infancia en Los Veinticinco Ombúes y relata sus vivencias en la observación de la fauna y la flora del lugar, fauna y flora características de esta llanura bonaerense que habitamos y que comparten otros varios distritos de la región. Luego del primer capítulo –sus cinco primeros años de vida- la historia se traslada a la Posta de Hardoy (en el distrito de Brandsen), Florencio Varela queda atrás y Quilmes –como tal- no aparece en el derrotero de los viajeros. Años más tarde, ya adulto, retorna al hogar natal de donde emprende el viaje sin retorno hacia Inglaterra.

Recuperar es “volver a tomar o adquirir algo que se había perdido”. ¿Es éste el caso? ¿No sería entonces Florencio Varela la que debiera recuperar a su hijo?

Aquí quedan su casa, aquel árbol fragante convertido en símbolo, el serpenteante arroyo que se abre paso entre juncales ofreciendo refugio a coipos y carpinchos.

Aquí las aves, los rotundos ombúes, las escondidas pavonias, las primorosas violetas, las raíces de aquel viejo tala abatido por los vientos.

Aquí las huellas de su paso, su presencia invisible, su visión de un mundo sin alambrados donde, de niño, vivió en comunión con la naturaleza.

Lástima. “Nuestro” Hudson, el varelense, no estuvo en la Feria.



Graciela Linari



No hay comentarios:

Publicar un comentario