lunes, 24 de agosto de 2015

Esteban A. Gascón, el pueblo en el que todos quieren vivir



 En los últimos dos meses recibió unas 50 mil solicitudes de radicación, ya sea por mail o llamadas telefónicas. También hay interés por casas desocupadas o lotes para construir cabañas. La localidad tiene 107 habitantes.

 Vida de pueblo. Esteban A. Gascón es un lugar tranquilo, con un silencio manso, con gente de puertas abiertas, ojos inquietos y brazos abiertos.


Más allá del cliché, la frase no hace más que resumir lo que esta pequeña población del sur de Adolfo Alsina está viviendo desde hace un año y medio: de ser un pueblo prácticamente desconocido, al que solo se puede llegar por caminos rurales, pasó a tener miles y miles de solicitudes de afincamiento desde todo el país, y a pensar en disponer de lugares para recibir turistas.

Esteban A. Gascón es el mismo pueblo de hace un par de años, aquel por donde el tren pasa unas ocho veces por día sin detenerse; donde el día comienza muy temprano y termina mucho después de la puesta del sol; donde la gente deja todo abierto y sin llave; y donde casi cualquier motivo puede ser bueno para prender fuego y compartir un asado en su pulpería. Pero de un tiempo a esta parte, a los rostros conocidos se les han sumado los de nuevos vecinos, turistas, periodistas y curiosos; extraños atraídos por ese “no sé qué” del que todos hablan y que muy pocos pueden explicar.

En medio de todo esto, algunas casas deshabitadas fueron -después de un exhaustivo proceso de selección- otorgadas en comodato a un médico, a albañiles y a un panadero; los terrenos baldíos y municipales puestos a disposición de la delegación, para ser loteados; las instalaciones de FerroExpreso Pampeano, cedidas y convertidas en hospedaje y museo; se han abierto nuevos comercios; y hasta se ha proyectado un pequeño circuito turístico por la población y sus alrededores.

Todo empezó hace casi dos años, con la aparición de la ONG Proyecto Pulpería y su idea de crear una biblioteca popular; luego se propuso facilitar casas a familias que quisieran vivir en el pueblo. Las redes sociales y varias notas periodísticas en distintos medios de comunicación de todo el país hicieron el resto.

“Siempre digo que en Gascón pasan cosas; pero esto nos sobrepasó -cuenta Néstor 'Rulo' Martín, el delegado municipal-. Nos pasamos el día contestando mails o llamados telefónicos de familias que quieren venir a vivir acá, a lo que se suman todos aquellos que quieren visitar el pueblo”.

En medio de esta vorágine que resulta incomprensible para muchos de los 107 habitantes que hoy tiene la localidad, en la delegación se están revisando los estados de cuenta de los terrenos baldíos y casas sin habitar, porque varias empresas y particulares quieren comprar lotes para construir nuevas viviendas y cabañas para turistas.

“Para nosotros, todo esto es una bola de nieve que no sabemos dónde va a ir a parar. Primero pensábamos que terminaba con la inauguración de la biblioteca; ahora estamos hablando de repoblamiento y de construir cabañas. No sabemos qué puede pasar después”, resume Martín, nacido, criado y orgulloso de su pueblo.

Lo cierto es que en las próximas semanas arribará desde el Gran Buenos Aires el primer médico residente que tendrá el pueblo en su historia: un gerontólogo. Junto a un panadero y un constructor se sumarán a la familia Rolón, llegada desde hace un par de meses desde Florencio Varela. Incluso se está conversando con el municipio de Adolfo Alsina para que en el resto de las localidades del distrito se ofrezcan viviendas en comodato a otros profesionales que quisieron mudarse a Gascón.

Clichés aparte, lo cierto es que en Gascón están pasando cosas. Y quien lo ponga en duda, solo tiene que darse una vuelta, conocerlo y ver para creer.

Lo van a recibir con los brazos abiertos.

lnp.com.ar

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