La propuesta ofensiva que aplica Holan encuentra intérpretes para terminar los partidos en goleadas, como ayer ante Aldosivi
Defensa y Justicia disfruta de su gran momento, en el plano institucional y deportivo; el viernes 26, el club festejó el 38° aniversario de la inauguración en 1978 del estadio "Norberto Tomaghello", en Florencio Varela, bautizado originalmente como General Don José de San Martín y que desde diciembre de 1990 lleva el nombre de un ex presidente de la entidad. Aquel viejo estadio con tribunas de tablones y apenas 10 cabinas de prensa, hoy está capacitado para recibir a 20 mil espectadores con 26 cabinas de prensa y 15 palcos.
Pero eso no es nada al lado del momento futbolístico: los hinchas del Halcón se fueron del Tomaghello ilusionados a más no poder, gritando que van a salir campeones... El reflejo de lo que les dio desde dentro del campo de juego el equipo que dirige Ariel Holan, que logró su tercera victoria consecutiva en el torneo de Transición, que alcanzó el segundo lugar en la Zona 2, detrás de Lanús y junto a Estudiantes, y que con 13 goles es el cuadro más goleador de la competencia.
Este Defensa se especializa en pegar primero: arrancó ganando los cinco partidos que ya jugó: aunque Unión le empató en la primera fecha, y Lanús se lo dio vuelta en la segunda, se estabilizó con los tres triunfos, ante Rafaela (4 a 1), Tigre (2 a 0) y anoche Aldosivi (4 a 0).
Es un Defensa que va al ataque. El proyecto ambicioso de Holan se plasma a partir del dispositivo ofensivo que arma el técnico, con un punta como el pícaro Nicolás Stefanelli, a los que se suman Fabián Bordagaray por la derecha, Tomás Martínez por el centro y Eugenio Isnaldo por la izquierda. Las subidas del lateral Damián Martínez son otro argumento ofensivo que impone el equipo de Varela.
Es con esa propuesta ofensiva que el Halcón se transformó en el equipo más goleador del torneo. En dos de sus tres victorias anotó cuatro tantos: la goleada de anoche se estiró porque la suspensión que sufrió el encuentro, de casi 20 minutos, a causa de una caída de tensión, perjudicó más al rival: probablemente las condiciones no estaban dadas para reanudar el encuentro, no se veía bien cerca de las áreas, y dos remates al arco, uno de Bordagaray tras una jugada colectiva, y otro de Fredes al ejecutar un tiro libre, no encontraron demasiada resistencia en el arquero visitante Campodónico, que ya había tenido una mala salida en la jugada que significó la apertura del marcador.
Eso no fue en desmedro de un equipo que se siente confiado. El técnico transmite tranquilidad en su propuesta de jugar por abajo, una forma que los jugadores respetan y llevan adelante con clase. Los resultados fortalecen esa confianza y los hinchas se contagian de ella. Por eso, anoche, tras la goleada sobre Aldosivi, se fueron cantando con ilusión, un sentimiento que por ahora nadie puede negarles.
LA NACIONDeportiva
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