domingo, 16 de febrero de 2014

Fiestas en quinta con salón de Villa Vatteone, altera la paz del vecindario



Con una carta dirigida al intendente municipal, los vecinos se quejan de las fiestas que comienzan a la 21 horas y terminan a la 7 de la mañana del día siguiente. Música a todo volúmen. Sin habilitación. La tranquilidad de la zona comenzó a alterarse hace tres años, cuando la quinta de la calle Viamonte, entre 12 de Octubre y 3 de Febrero del barrio de Villa Vatteone, se convirtió en un salón de fiestas infantiles. A decir de los vecinos de la cuadra, el problema se generó con el estacionamiento de los vehículos de los asistentes en la calle, donde algún que otro rodado obstruía los garajes. La coqueta quinta, como otras del lugar, ocupa una parcela significativa en la manzana. Tiene entrada por Viamonte y se extiende en "L" por 3 de Febrero. Cuenta con un extenso parque y pileta de natación.
De un tiempo a esta parte el salón de fiestas infantiles pasó a ser un salón de fiestas para todo tipo de eventos. Esto trajo aparejado algunas fiestas organizadas para personal del municipio. Dicen los vecinos que estas fiestas no molestaban tanto como las que vinieron después. Fiestas hasta altas horas de la madrugada y con música que se escucha a varias cuadras del lugar. Esta situación provocó la reacción de los frentistas. Acudieron al dueño de la quinta, Juan Carlos Calvi, quien a su vez se la alquiló a una joven de nombre Paula, que tiene un comercio frente al portón lateral -de la calle Chacabuco- de la Municipalidad de Florencio Varela. Calvi se desentendió del asunto pues la quinta estaba alquilada. Los vecinos fueron más allá, buscando conocer si el lugar cuenta con habilitación. La responsable del área de Inspección General del Municipio, Verónica Chechella, les prometió el envío de inspectores al lugar, al tiempo que aseguró una sanción monetaria. Una multa en pesos. Los vecinos creyeron haber llegado asi al final del calvario, que todos los fines de semana debían soportar con la alta música, los autos estacionados en la calle Viamonte, de calcáreo y que ellos mismos arreglaron. Pero no fue así. Todo siguió igual y hasta soportando como una burla el tema que dice: "Que no Pare la Fiesta" Y la fiesta ahora era completa. Dicen los vecinos que en varias ocasiones haber visto a camiones del municipio ingresando con baños químicos y sillas. La faja de clausura nunca llegó. En el Juzgado de Faltas se les hizo conocer a los vecinos que la multa aplicada a la responsable del lugar se iba a cobrar, pero de la ausencia de habilitación, alguien, con mucho peso, habría en el medio para evitar su cierre. Ante esta situación una carta fue despachada por la Ventanilla Única municipal y con un solo destinatario: Julio Pereyra. "Ocurre que los viernes y sábado por la noche se realizan fiestas y colocan potentes cajas de sonido, no solo adentro del edificio, sino también afuera y en distintos puntos del parque, con lo cual la música suena a todo volúmen y es como tener al DJ adentro de la casa", dice la carta y agrega: "Tampoco respetan ninguna clase de tope horario, y es asi que la música suena permanentemente fortísima desde las 21 horas hasta las 07 de la mañana siguiente, con lo cual es imposible dormir y tener el adecuado descanso. Hemos recurrido a la policía y a la Patrulla Comunal en varias ocasiones y no han podido resolver el problema" La fiesta no para y los vecinos tiene todo el derecho de reclamar por el descanso. Del mismo modo que se miden los decibeles en los boliches bailables para que no perjudiquen al vecindario, todo comercio nocturno debe respetar ciertas reglas y mas cuando se dice que no tendria habilitación. Los dueños de esta quinta con salon de fiestas, tienen estas paginas abiertas para fijar su posición.

Varela al Día

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