CLAROMECO.- Un claromequense denunció ayer que su hija de 11 años recibió mensajes obscenos e insinuaciones de índole sexual por parte de un adulto, en la red social Facebook.
Según pudo saberse, el hombre denunciado actualmente residiría en Florencio Varela.
La menor recibió en reiteradas oportunidades mensajes de este sujeto, que vivió transitoriamente en Claromecó y ya no se encuentra en la localidad. El individuo en cuestión habría mantenido una relación con una mujer claromequense, período en el cual se radicó aquí, incluso habría intentado ingresar al Cuartel de Bomberos como efectivo.
Observando el muro de Facebook de la nena, el padre vio alarmado los mensajes que había recibido, en los cuales también hacía alusión a su madre. En forma inmediata hizo una captura de pantalla, y la compartió en el mismo Facebook, a lo que la gente también empezó a replicar la publicación, a modo de repudio.
Decidido a realizar la denuncia, fue hasta la Comisaría de la Mujer, y allí le indicaron que debía hacerlo en la Comisaría Primera, por lo que finalmente lo hizo allí.
La denuncia es por violación al artículo 131 del Código Penal, que expresa textualmente que "será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma".
Este artículo fue incluido en 2013, para contemplar la figura del "grooming", cuya traducción al español sería algo similar a lo que se entiende por acercamiento, preparación o acicalamiento. Es decir, una serie de actos o conductas ejecutadas por un mayor con el objetivo de ganarse la confianza de un menor de edad y de tal modo entablar una conexión sentimental o emotiva que le permita posteriormente -en términos genéricos- abusar sexualmente de ese menor.
Según pudo saberse, el hombre denunciado actualmente residiría en Florencio Varela.
Volvió en marzo
En los mensajes publicados puede leerse que en enero pasado, el sujeto inició una conversación que no fue contestada con la menor. El intento de charla continuó sin que la nena responda. Ya en el mes de marzo, se observa que el sujeto prosigue con el acoso, y esta vez pregunta por unas presuntas fotos de la niña. Aquí la menor decide intervenir y niega haberse sacado fotos, y lo insulta al agresor. Ya en mayo, el hombre vuelve a insistir para entablar un diálogo, y pregunta nuevamente por la madre de la chica. Se lee sobre el final que interviene el padre de la menor, preguntándole qué quiere y quién es, a lo que el sujeto ya no responde.
lavozdelpueblo.com.ar
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