viernes, 10 de abril de 2015

Apuntan a policías rosarinos por la extraña muerte de un joven

Una nueva autopsia confirmó que la víctima estaba muerta al ser arrojada al río Paraná; había estado en una comisaría
ROSARIO.- Franco Casco, un joven de 20 años, oriundo de Florencio Varela, que desapareció tras ser detenido en octubre pasado en la comisaría 7a. de Rosario y su cuerpo fue encontrado luego flotando en el Paraná, no murió ahogado en el río. "Fue salvajemente torturado y asesinado por los policías santafecinos", afirmó el defensor general de la provincia, Gabriel Ganon.



El peritaje que hizo la cátedra de Biología Marina de la Universidad de Buenos Aires determinó, según el funcionario judicial, que en el cuerpo de Casco no se encontraron rastros de diatomea, un alga cuyos vestigios aparecen en el organismo cuando una persona fallece ahogada.

"Esto aporta más indicios de que a Casco lo tiraron muerto al río. El estudio descarta la versión que quiso imponer el gobierno provincial de que Casco había muerto ahogado", dijo ayer el defensor general a LA NACION.

Casco había viajado desde Florencio Varela hasta Rosario a visitar a una tía a principios de octubre. El 6 de ese mes debía tomarse el tren rumbo al Gran Buenos Aires a las 23.30, según contó su madre, Elsa Godoy. Pero Franco nunca llegó a destino. En la seccional 7a. les dijeron a sus familiares que había estado preso por "resistencia a la autoridad". Y que había quedado en libertad el martes 7 a la noche.

Una médica policial lo revisó y dijo que Casco "no estaba ubicado en tiempo y espacio". Por las fotos que obtuvieron los abogados defensores se presume que por los golpes que tiene que "fue torturado en la comisaría".

En la investigación se detectó que los policías de esa seccional adulteraron los libros de guardia y no se pudieron obtener filmaciones de las cámaras de esa dependencia ni del banco que está enfrente.

El 31 de octubre la policía encontró el cuerpo de Casco flotando en el Paraná, a unos metros del Parque España. En la autopsia que se realizó un día después no se pudo determinar la causa de la muerte.

Resulta llamativo que unas horas antes de que Casco apareciera muerto, la Secretaría de Control de las Fuerzas de Seguridad había comunicado que tres testigos habían visto al joven cinco días antes en una iglesia evangélica de Cafferata al 500, a dos cuadras de la seccional 7a.

EL 19 de noviembre pasado el juez federal Carlos Vera Barros aceptó a pedido de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) abrir un expediente por la desaparición forzada de personas..

lanacion.com

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