viernes, 30 de octubre de 2015

El ciclo de Cocca: de la bronca por su frase más polémica al amor


Imagen de la noticia para florencio varela de Clarín.com

El DT fue artífice del campeonato de 2014. Pero para llegar al título tuvo que soportar banderas en su contra por una frase antes de jugar con Independiente.

 Se termina en Racing uno de los ciclos más exitosos de los últimos 50 años. O por lo menos, se va la cabeza de ese ciclo. Diego Cocca, el entrenador con mejor porcentaje de puntos obtenidos en la historia del club en el profesionalismo, dejará después de diciembre de entrenar al equipo con el que se consagró campeón del fútbol argentino en 2014. Su paso por la Academia, con idas y vueltas y una identidad definida.



Cocca llegó a Racing a mediados del año pasado. Venía de un Defensa y Justicia que conquistó a todos en la B Nacional por su juego y por el histórico hecho de ascenderlo a Primera. Y lo hacía después de una muy mala campaña de la Academia, quizás una de las peores de su centenaria historia, que amenazaba con complicarle el panorama con el promedio.

Pero todo cambió en Avellaneda en el inicio de su ciclo. A la par llegó el ídolo Diego Milito y el equipo empezó a funcionar. Ganó dos partidos en el arranque ante Defensa y San Lorenzo, pero se cayó estrepitosamente en el tercero ante Tigre. Con altas y bajas llegó al clásico con Independiente en el Libertadores de América y allí el amor que todavía no había sido correspondido entre el DT y la gente casi precipita un divorcio antes del casamiento.



"Prefiero pelear el campeonato que ganar el clásico", dijo el entrenador antes de jugar ese partido. Y se armó un escándalo. Racing, además, perdió y las tribunas estallaron. Aparecieron las banderas en su contra y se desató un foco que todavía no había tomado tanta fuerza: su relación con Cristian Bragarnik y la llegada de jugadores representados por el empresario que lo había llevado a Florencio Varela. Entre esos nombres aparecía el de Gustavo Bou, en quien estaban enfocadas las principales críticas sin siquiera haber jugado un minuto.



Pero la historia daría nuevamente un giro de 180°. El equipo reaccionó después de perder con el Rojo y con Lanús y las críticas se apagaron. Racing le ganó a Boca en la Bombonera en un partido dividido en dos y comenzó una remontada histórica. Plantó una identidad de juego, sólida más que vistosa, y la Academia, con Bou como goleador, llegó al título en diciembre. Menos de seis meses después de las banderas en su contra, la gente cambió insultos por ovaciones.

 
Racing cambió su postura después del campeonato y se consolidó como uno de los equipos más regulares y fuertes del fútbol argentino. Peleó en la Copa Libertadores, el objetivo del primer semestre de 2015, y aunque se quedó afuera en cuartos de final, dejó una buena imagen. En la segunda mitad de año se afianzó en el torneo local y batalló en la Copa Argentina. En ambos torneos se quedó con las manos vacías, pero siempre con chances casi hasta el final.

Así y todo, Cocca nunca estuvo en paz. Se le adjudicó una pelea con Milito, aunque ambos la desmintieron. Discrepó en sus opiniones con las de Víctor Blanco, el presidente, y con el capitán. Y el barco siguió por aguas calmas.

Tenía la venia de la dirigencia para seguir. Pero se sabía también que las ofertas desde México estaban ahí y que lo seducían. El golpe que necesitaba para comunicar su decisión antes de tiempo llegó en las últimas horas, pese a que de la boca para afuera aseguró que se iría sin conflictos. Blanco le dio un ultimatum para que confirmara si seguiría en 2016 siendo el DT de Racing y luego lo dejó mal parado en referencia a llegada de Brian Fernández, con problemas de adicción a las drogas.

En definitiva, el entrenador comunicó su decisión tras 64 partidos oficiales en Racing. De esos ganó 37, empató 13 y perdió 14 con 93 goles a favor y 54 en contra, consiguiendo el 64,58% de los puntos, el más alto porcentaje de la historia del club en el profesionalismo, desbancando a Guillermo Stábile (62,17%) de la cima. Además, se va con una buena cosecha en los clásicos ante los otros cuatro grandes (ganó 6 de 10 partidos sin contar los del verano). Le quedan los choques con Crucero del Norte y Tigre y quizás algunos más si juega la Liguilla Pre Libertadores. Pero su ciclo en Avellaneda llegó a su fin. Sus logros quedarán en la memoria de todos.

clarin.com

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