miércoles, 28 de octubre de 2015

Violaba y amenazaba a su sobrina de 9 años pero está libre


Violaba y amenazaba a su sobrina de 9 años pero está libre

Fue en Florencio Varela. Un miembro del Servicio Penitenciario, de 45 años, abusó de su sobrina. Está bajo licencia médica.

Hacía meses que la madre la notaba distinta. Para sus 9 años, Sofía tenía una personalidad fuerte, pero en el último tiempo estaba más contestadora, peleaba con su hermana menor y alguna vez la encontró golpeándola. Esa noche del 18 de mayo, la había escuchado más violenta que nunca. Estela Rodríguez, su madre, no dudó en intervenir y a los gritos la castigo. Horas más tarde, cuando ya estaba acostada en su cama, Sofía apareció en el umbral de la puerta llorando. “Es que el tío Esteban me dijo que vos no me amás, que sólo la querés a ella”, la interpeló. Después soltó una confesión que la dejó petrificada: el tío abusaba de ella y por eso estaba tan enojada.

Esteban V. tiene 45 años y trabaja como personal penitenciario en la Unidad 24 de Florencio Varela. Hasta principio de año, vivía junto a su esposa y sus cuatro hijos en el barrio. Pero en mayo dejó la casa, luego de los vecinos le apedrearon la vivienda. Ese 18 de mayo, fue su mujer la que recibió el llamado de su prima contándole la confesión de Sofía. Todavía no podía creerlo y buscaba en la pareja alguna explicación. Ellos fueron hasta la casa de Estela, que era vecina. Esteban intentó calmar a Sofía que lloraba. Le dijo que para él era como su propia hija. Sofía cambió la mirada, el tono se volvió duro, ya no había lágrimas: “Decí la verdad, deja de mentir” y salió corriendo a esconderse. Al ver la reacción de su hija, Estela no dudo y al otro día la llevó a la comisaría a hacer la denuncia.


“Tengo un poco de miedo porque él tiene muchos contactos con la Justicia pero confío en mi abogado y la psicóloga” (Estela, mamá de la víctima)
En el servicio penitenciario, lleva dos años de licencia. Entró luego de que un recluso le clavara un puntazo. Había denuncias por maltratos y violencia. Según relatan conocidos, siempre se jactó de hacerse pasar por loco para que le mantengan la carpeta médica y no lo despidan.

ROMPER EL SILENCIO

Según cuenta en el informe victimológico presentado ante la fiscalía N°8 de Florencia Varela, a cargo de Claudia Brezovec, los ataques comenzaron a principio de año y fueron reiterados. A pesar del miedo y la vergüenza, Sofía logró poner en palabras ante el grupo de peritos lo que vivió, pero no fue sencillo. La primera psicóloga que la entrevisto en junio recomendó no someterla en ese momento ante la Cámara Gesell, ya que estaba “en estado post traumático” y no podía explicar lo que le había pasado ni como se sentía.

Fue luego del acompañamiento durante varios meses, que comenzó a contar: una vez por semana, tomaba clases de catequesis. Esas tardes, pasaba a buscar a su prima, Noelia, por la casa de sus tíos. Era entonces, cuando su abusador la hacía entrar con la excusa de que todavía Noelia no estaba despierta y la atacaba. Luego la amenazaba con lastimarla aún más o asesinar a su mamá. En la casa, Sofía tenía muy claro que había varias armas de fuego. Había visto cómo las limpiaba. Hoy dice que una de las cosas que más la entristece es extrañar a su prima.


Siempre se jactó de hacerse pasar por loco para que le mantengan la carpeta médica y no lo despidan
DENTRO DEL BARRIO

“Tengo un poco de miedo porque él tiene muchos contactos con la Justicia pero confío en mi abogado y la psicóloga”, dice Estela a más de cinco meses de aquella noche. Después de la confesión, Sofía sufrió ataques de nervios y se la veía cada vez más retraída. Pero gracias a la asistencia y el apoyo de la familia, poco a poco va volviendo a la normalidad. “Tuvo que dejar el colegio porque no podía salir de casa, se echaba la culpa y no quería ver a nadie”, señala su mamá. Hace unas semanas, dejó de hacer las tareas que le mandaba su maestra de cuarto grado a la casa y comenzó a ir al establecimiento.

“Los vecinos no lo pueden creer, la mayoría nos vio criarnos juntos pero cuento con mucho apoyo”, sostiene, “nadie puso en duda lo que ella contó”. En las pericias se lee que el relato de Sofía: “Es espontaneo, coherente, sin sobrecargas imaginarias patológicas ni influenciadas de terceros” y que ya está en “condiciones psíquicas de prestar declaración testimonial bajo la modalidad de Cámara Gesell”. Su abogado, Claudio Catiz, agrega que después de declarar pedirán la detención inmediata de tío. 

infonews.com

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