jueves, 16 de septiembre de 2010

El triste momento de criar a los hijos conaltas Necesidades Básicas Insatisfechas

En Febrero de 2009 presentábamos el caso de Roxana Saucedo, vecina del barrio San Eduardo y de esta forma:
No hace falta ir hasta Tartagal y generar campañas solidarias para descubrir la pobreza estructural que crece día tras día en el conurbano bonaerense.
Está a la vuelta de cualquier esquina. En un conurbano donde la crisis convive con dirigentes políticos que viven como magnates y hacen ostentación de riquezas. Este conurbano en donde los más humildes de noche se van a dormir sin un plato de comida en el estómago. Donde las tarifas sociales, al igual que la garrafa, son una tomadura de pelo. En un conurbano donde la gente pobre recibe cachetazos con los tarifazos, a los que los dirigentes que mucho tienen jamás los afectará y por eso no alzan su voz.

Roxana es madre de 5 hijas, dos de ellas ya adolescentes. Vive, desde hace 10 años, en una humilde casa de la calle 15 A, ex Uriburu, Nº 933. Roxana tiene 35 años y es beneficiaria del programa Argentina Trabaja. En ausencia de marido (un hombre golpeador, del cual se separó) esta mujer se gana la vida vendiendo ropa para darle de comer a sus hijas. La lucha de Roxana no es diferente a la de otras mujeres solas, pero tiene un doble valor agregado: una de sus hijas adolescentes sufre de una cardiopatía congénita, de la que debe se operada, y la mas chica es víctima del agua potable que ABSA distribuyó por la red, con altos contenidos de nitritos y nitratos.

En aquel caluroso Febrero de 2009, cuando Varela se levantaba por los tarifazos de ABSA, salía a la luz el caso de Roxana. Hoy, a mas de un año y medio, la situación no ha cambiado a pesar de la ayuda social que se debe reconocer que ha recibido Roxana. Sin embargo no alcanza. Lourdes Valentina sigue enferma. Roxana lo relató de esta forma: "El 7 de Enero de 2009 Valentina comenzó con unos síntomas parecidos a la hepatitis. Vomitaba un líquido amarillo, estaba muy pálida, decaída. Me fui a la Casa Cuna, porque allá se atiende. Mi nenita nació con una cardiopatía congénita (Valentina tiene 3 años). En la Casa Cuna, la doctora me mandó a hacer varios estudios y me dijo que no era hepatitis. Era un virus en la pancita. La doctora me preguntó todo y yo le dije que la nena tomaba mucha agua. La doctora me pidió una muestra del agua y me ordenó que vaya a toxicología de La Plata. Mi hija tenía calambre en la pancita, me dieron Taural para los dolores. Y así seguí. Yo no sabía lo que pasaba con el agua. Ella me pedía agua y le daba. Hace un mes de esto y tengo que hacerle un estudio a fondo de gastroenterología, para ver qué secuelas tiene. La doctora me dijo que era el agua y me la reemplazó por agua en bidones. Pero la nena, además, tiene una dieta de todo hervido. Y esto me mató porque yo no tengo la plata para comprar todo y muchas agua"

Tras aquella publicación Roxana tuvo la mano del Estado protector. Recibió más agua en bidones, alimentos para la dieta de la nena, ordenados por médicos de la Casa Cuna. La ayuda social del Municipio de Florencio Varela, por una expresa orden del intendente Julio Pereyra, se trasladó a la vivienda, por demás humilde cabe decir. La senadora Cristina Fioramonti de Kunkel también extendió su mano justicialista y ayudó con la instalación del agua interna en la casa y una cocina. Pero la suerte de Roxana no cambió, cuando un incendio en su casa afectó dos habitaciones. Hoy la casa no tiene puerta, la que es reemplazada por cartones y maderas. Roxana trabaja, pero no le alcanza. Exhibe como si fuera poco el ticket del Banco que se otorga por la Asignación Universal por Hijo. Tiene que cobrar tres y solo una percibe. Dice que no sabe porque está trabado sus reclamos en el ANSES. Si algo faltaba a este cuadro de necesidades básicas insatisfechas era la suspensión del Programa de Fortalecimiento Familiar, que se otorga en Desarrollo Social del municipio. La orden para retirar los alimentos en el supermercado Alen está suspendida por falta de presupuesto. "Eso me dicen y estoy desesperada. Es la dieta de mi nena y la tengo descompuesta todo el día porque no recibe los alimentos. Todo esto por el agua con muchos nitratos y nitritos. ¡Y sin saber que era mala agua! Todo me está pasando mal, señor. Se me quemó la casa y perdí muchas cosas. No me animo a pedir si la gente me puede ayudar. Si ustedes podrían darme una mano, se lo agradecería"



LA AYUDA

Roxana Saucedo necesita una mesa para el comedor. Ayer le pidió una mesa prestada al vecino para recibir a este diario. Necesita muebles usados, tales como sillas, armarios. Necesita agua potable para Valentina. Necesita una puerta para una entrada lateral de la casa, ya que la anterior se consumió en el incendio. Saucedo necesita el urgente brazo del Estado y si este no se hece presente, que sea el de los vecinos. Si Varela tiene algo inquebrantable, es la solidaridad de la gente. Eso, esta garantizado. Tel. 4355-1060

Publicado por Varela al Día

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