viernes, 17 de agosto de 2012

Natalia Masip: del Colón a los “fierros”




Masip tiene 30 años, es mamá de dos niñas, las cuales según cuenta también aman la velocidad. “Era bailarina clásica becada en el Colon, tenía una vida muy aplicada, y no estaba completa. Me faltaba algo” comenta Natalia.




En las últimas décadas las mujeres han dejado atrás prejuicios, pre conceptos y hasta mandatos sociales. Así es que hoy muchas féminas dirigen empresas de renombre, coordinan investigaciones científicas, y hasta se subieron a automóviles de competición para competir de igual a igual con los hombres. Ese es el caso de Natalia Masip, cuya historia narra una vida de lucha por ingresar a bailar en el Teatro Colón, pasando por dejar todo y manejar en lo autódromos de todo el país, hasta sobrellevar la crianza de sus hijas.

Natalia Masip, tiene 30 años, es madre y vecina de Florencio Varela. Hace 11 años dio un giro de 180 grados en su vida, pasó de soñar integrar el cuerpo estable de bailarines del Teatro Colón a buscar un lugar en las máximas competencias del automovilismo nacional.

“Era bailarina clásica becada en el Colon, tenía una vida muy aplicada, y no estaba completa. Me faltaba algo” comenta Natalia, quien aclara que todo en su vida cambió un 21 de septiembre “estábamos celebrando el día de la primavera y me invitaron unos amigos a subirme a un karting. Apenas sabía manejar y me lancé como un juego. Recuerdo que gané y al salir de la pista, mi vida cambió para siempre. Dejé todo por el automovilismo”.

Por casualidad, ese día para Natalia Masip comenzó el comienzo de su gran sueño, correr en circuitos de automovilismo. “Ese mismo día al salir de la pista, apareció un piloto que me invitó a competir en Cañuelas, y dije que sí. También ahí ganamos, y a partir de ese momento me empezaron a convocar para que corriera en otros sitios. Todo se dio muy rápido y nunca dudé en darme cuenta que este era mi nuevo camino” comenta la joven corredora.

En sus 11 años de carrera en las pistas, Masip lleva cosechados cientos de trofeos “¼ de milla, rally, moto de pista, y otras tantas categorías. “ Me veían correr y me invitaban a otras competiciones. Así comencé y nunca más me bajé del auto” asegura.



DE LA DANZA A LA VELOCIDAD

Para muchas jóvenes subirse a un escenario de ballet es un sueño, y Natalia por muchos años corrió tras ese objetivo, hasta que su vida cambió y colgó las zapatillas de baile, se puso los guantes, el casco e inicio a cosechar títulos en carreras de autos.

“De niña mis padres insistieron en que me convirtiera en esa princesita de tutu y así lo lograron estudie danzas clásicas durante 11 años, fui becada el Teatro Colon durante 4 años consecutivos, mientras también estudiaba piano y francés, y así pasaba mi vida de puntas de pie relata en su facebook Natalia, quien aclara que siempre tuvo esa predilección por los autos subiéndose al Chevi de su papá y practicando con el motor apagado, también manejando una moto de su mamá a los 9 años.

“Dejar las zapatillas y el tutu por los motores, no le gustó mucho a mi familia. No estaban muy de acuerdo que después de 12 años de tanta lucha para conseguir entrar al Colon dejara todo por los autos y la velocidad. Pero por suerte, hoy a 11 años de aquel comienzo en el automovilismo ellos me están alentando y acompañando en este camino” cuenta la joven.

“Entiendo a mi mamá y a mis tías que no debe de ser fácil ver que correr a 280 km por hora contra un paredón, pero eso es lo que yo decidí y gracias al apoyo de mucha gente estoy haciendo realidad mi sueño de competir” recalca Masip.



UN LARGO CAMINO

Entre sus anécdotas de adolescente, relata la joven “a los 15 años empecé a correr en karting en Cañuelas, la carrera era de 2 pilotos y ganamos. A los 18 un amigo tuvo fe en mí y me presto su CBR 450 para correr, luego siguieron CBR 600 F2, 900 RR y ZX 1”.“Todo siguió hasta que alguien le comento a mi papá que me iba a matar, que estaba corriendo. Ese día cuando llegue a casa, me agarro mi papa y me dijo que no me iba a esconder las llaves del auto pero que lo que rompía era mi responsabilidad. Me sentí y bueno así empecé con el amor por el derrape, las curvas los frenitos de mano el caucho quemado , la mecánica los leva , los antiflamas el Mouras y las banderas a cuadros” asegura emocionada.



UNA NUEVA META

Hoy, Natalia Masip tiene 30 años, es mamá de dos niñas, las cuales según cuenta también aman la velocidad, y la acompañan en cada una de sus competencias y travesías. El pasado 29 de julio, organizó el primer mega evento de automovilismo de la zona sur, para recaudar los fondos necesarios para lograr incorporarse a la categoría Turismo Argentino 4.000.

En esa ocasión, la acompañaron más de 220 autos de colección, motos, y también representantes de categorías del automovilismo nacional. El evento fue un éxito, dado a que pudo conseguir además del amor de los varelenses y amantes del deporte, los sponsors que solventaran su nuevo sueño.” Estoy dispuesta a representar el genero y al distrito en cualquier parte del país. Será un orgullo hacerlo” sentenció a este medio Masip.   Infosur Diario

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