viernes, 20 de enero de 2017

Mueren dos chicos en incendio en un conventillo


La imagen puede contener: exterior

Seis familias numerosas alquilan piezas inhabitables, sin agua, sin ventilación, húmedas, malolientes, viviendo en la más absoluta indigencia
 Fue Primicia - UNICO MEDIO EN EL LUGAR
Dos hermanitos murieron y otras cinco personas debieron ser internadas luego de que las llamas consumieran un precario departamento ubicado en el primer piso de un conventillo del barrio San Eduardo de Florencio Varela, producto de un incendio originado aparentemente por un cortocircuito.
El siniestro se desencadenó alrededor de las 3 hs. de hoy en la intersección de las calles Blas Pareda y Pizurno, del citado barrio.

El incendió fue consecuencia de desperfectos eléctricos por la precariedad de la instalación, un cable se cortó y cayó sobre la cama desatando la tragedia..
En la vivienda vivía una familia compuesta por Carlos Gómez (26), su esposa Noelia (24) y sus cinco hijos Lucas (6), Agustina (4), Valentín (3), Violeta (2) y Tiziano (7 meses).
Las llamas se apoderaron rápidamente del lugar.
Jorge, quien también vive en el conventillo junto a su familia logró ayudar a Carlos, juntos pudieron sacar a seis de los integrantes de la familia, pero Agustina murió en el interior de la vivienda calcinada por las llamas, Valentín quien había sufrido graves quemaduras falleció en el camino al hospital.
Tiziano fue resucitado por Marcela, esposa de Jorge, quien le practico reanimación cardiopulmonar, luego fue trasladado junto a sus padres y sus hermanitos Violeta y Lucas al hospital Mi Pueblo.
Los menores sufrieron quemaduras en distintos lugares de su cuerpo, y se encuentran estables, Noelia, la madre, tiene quemaduras grado A – AB, está estable y compensada, mientras que Carlos permanece internado en terapia intensiva, siendo su estado grave, con pronóstico reservado con quemaduras en las vías aéreas, además de la inhalación de monóxido de carbono.
El conventillo está enganchado de la luz, pertenecería a una mujer llamada Ramona, de nacionalidad paraguaya, que tendría otra vivienda de similares características en el barrio San Nicolás.
Las familias, la mayoría compuestas por matrimonios con cinco hijos, pagan entre $2000 y $ 2500 por piezas húmedas, sin ventilación, sin agua, sin cloacas.
El conventillo, según narraron los vecinos era una panadería, que la dueña convirtió realizando pequeñas habitaciones.
Luego del siniestro, la hija de la propietaria, le aviso a los inquilinos que debían desalojar el lugar.
Vivimos en una sociedad donde todos miran para el costado, y luego se rasgan las vestiduras cuando llegan estos tristes finales.
Hay vecinos del lugar que trabajan políticamente, pero no vieron lo que estaba pasando.
También nos dijeron que hay concejales en el barrio, pero tampoco vieron lo que pasaba.
Los funcionarios municipales, jamás se enteraron lo que allí sucedía, o miraron para otro lado.
Cerca del lugar está la Sociedad de Fomento, pero hasta hoy nada se hizo para denunciar la precariedad del conventillo
Las familias que allí viven ¿no advirtieron? que eran estafados por la dueña quien, aprovechando la situación de falta de vivienda, falta de garantes y falta de plata les alquilaba un sucucho mugriento y peligroso.
Esta ciega sociedad es responsable de la muerte de Agustina y Valentín, quienes murieron producto de la desidia, de la indiferencia, de la apatía, los pequeños murieron entre las llamas provocadas por la inoperancia y el abandono
Esta sociedad del Antón Pirulero, donde cada cual, cada cual atiende su juego… y los demás que se arreglen….
¡Pero eso sí!!!!
 ¡Los políticos les recuerdan que los voten!! No se olviden de votarlos

Elradardelsur.tv 

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