miércoles, 25 de febrero de 2015

“AHORA LA BASURA HUELE PEOR”

Nota de opinión
En mayo del año pasado, bajo el título “La basura huele mal”,   denuncié que el Intendente Pereyra había adjudicado por el plazo de dos (2) años el servicio público de recolección de residuos domiciliarios de todo Varela a una Cooperativa, que ya había firmado el contrato y se estaba prestando el servicio sin la previa e indispensable aprobación por el Concejo Deliberante.

Tan grave irregularidad y tan serio incumplimiento de sus deberes resultaba aún mayor por cuanto el propio Intendente estableció en su Decreto de adjudicación que lo hacía “Ad-Referendum del Honorable Concejo Deliberante”.


A partir de entonces pudimos constatar que el trámite de la licitación estaba envuelto en serias irregularidades y que el Intendente le había adjudicado el servicio más caro que paga el Municipio –más de $ 7.000.000 mensuales- a una empresa que no cumplía con exigencias elementales, esenciales y determinantes del Pliego de Bases y Condiciones (no acreditó tener los antecedentes ni la capacidad operativa, tampoco la propiedad de los camiones necesarios, la disposición del personal requerido, poseer los talleres y depósitos, etc., etc.).

Pero el titular del Ejecutivo municipal consintió que asumiera el servicio y que cobrara puntualmente sus facturaciones quincenales.

Tiempo después Pereyra envió al Concejo un proyecto de Ordenanza para que le convalidaran el Decreto de adjudicación y también el contrato que había firmado con la Cooperativa. Pero ese expediente nunca tuvo tratamiento y el Ejecutivo, extrañamente, jamás apuró la sanción.

Y ahora, sorpresivamente, aparece un expediente con dos “raros” proyectos de Ordenanzas: uno para convalidarle al Intendente un insólito Decreto por el cual le rescinde a la Cooperativa el contrato celebrado, y el otro autorizándolo a llamar a una nueva licitación pública  para adjudicar la recolección de residuos de todo Varela por CUATRO (4) AÑOS con un presupuesto de $ 375.000.000. Qué tal?

¡Y qué casualidad! Porque el contrato rescindido había sido celebrado sólo por dos (2) años y vencía en noviembre del 2015, es decir sobre el final del mandato del actual Intendente, y justo ahora cuando faltan  unos pocos meses para la elección del nuevo Intendente municipal a Julio Pereyra se le ocurre dejar sin efecto aquel contrato y llamar a nueva licitación (previamente digitada y cuyo proceso insumirá varios meses) para poder firmar uno nuevo antes de que finalice su ciclo de gobierno y por nada menos que cuatro años.

Frente a esta inocultable maniobra político-económica no hace falta ser muy ducho ni demasiado inteligente para advertir que la verdadera intencionalidad es la de “asegurarse” este multimillonario contrato en manos de alguna empresa “amiga”, de modo tal de limitar y condicionar al próximo gobierno comunal.

No sería de extrañar, más bien respondería fielmente a esa lógica política-económica, que a estos dos proyectos de Ordenanzas el Intendente y sus Concejales (propios y aliados) pretendan darle trámite express en sesiones extraordinarias

Antes olía mal, pero ahora la basura huele peor.

 DARDO  OTTONELLO
          Concejal
    Bloque Frente Renovador  

No hay comentarios:

Publicar un comentario