domingo, 22 de febrero de 2015

Allanamiento y clausura del geriátrico clandestino



Paso más de un mes desde que la existencia del geriátrico clandestino fuese noticia, en aquel momento el intendente Julio Pereyra ordenó que se realizara una denuncia en la Fiscalía local, por el funcionamiento de este lugar sin habilitación, ubicado en la ex clínica Santa Ana, del Cruce Varela.
El 16 de enero, el Farm. Eduardo Bardin, Director Provincial de Coordinación y Fiscalización Sanitaria dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires clausuró el geriátrico, pero los abuelos residentes fueron retirados en diferentes remis por los propios responsables del lugar, delante de Bardín, hecho que fue registrado por nuestras cámaras ¿porque permitió que los llevaran? no lo sabemos, aun no lo entendemos.
Ese día los integrantes de EL RADAR  fuimos agredidos físicamente por el señor Ricardo Carceller, quien gritaba que era el dueño del lugar y una empleada del mismo, que además destrozaron nuestros equipos de filmación.
Según fuentes confiables los abuelos habrían sido trasladados a una casa en el partido de Quilmes, sobre la calle Entre Rios, por la señora Liliana L., quien anteriormente los habría tenido internados en otro geriátrico ilegal, conocido como la ex Clinica del Plata, ubicado en la calle Cravioto, también de Quilmes, lugar de donde habrían sido desalojados por la justicia.
En la noche del domingo 18 de enero, violando la clausura, los abuelos fueron nuevamente traídos a la ex Clínica Santa Ana.
Al tomar conocimiento de esto, personal de Desarrollo Social, intentaron ingresar al lugar, también de inspección general y de otras áreas municipales, pero el señor Ricardo Carceller siempre les prohibió el ingreso.
Esta semana se registraron nuevas denuncias sobre el geriátrico clandestino, y sobre el estado de los abuelos, el doctor Darío Provisionato, fiscal de la Unidad Funcional N° 1 de Florencio Varela, dependiente del departamento judicial de Quilmes, encargó a la Sub. D.D.I. la investigación, y con las pruebas recolectadas, presentadas al juez de garantías se otorgó rápidamente  la orden de allanamiento.
Ayer a las 14,30 hs, personal de la sub. DDI, con la presencia de su titular el comisario Luis Castillo, dieron cumplimiento a la orden emanada, procediendo a la requisa de la ex clínica Santa Ana ubicada en calle Dardo Rocha N° 2231, donde funciona la cooperativa de creatividad solidaria, con el fin de constatar si en el lugar existían personas ancianas internadas.
El Dr. Manuel Passalaqcua, Secretario de Desarrollo Social junto a su personal se encontraba presente, como así también el Dr. Gabriel Nauda, Director de Medicina Preventiva, perteneciente a la secretaria de Salud, junto a personal de la misma área, también se encontraban personal especializado de inspección general, de bromatología, de la Guardia Urbana y Defensa Civil. Como así también personal de SUME, PAMI con ambulancia de traslado.
Se encontraron  28 ancianos de ambos sexos. Los profesionales concluyeron que la parte edilicia del lugar no reunía las condiciones para albergar a los abuelos, que la medicación de los mismos no se hallaba debidamente rotulada y/o designada para cada paciente, como así tampoco la presencia de un médico permanente, siendo cuidados por personas no idóneas concluyeron que el lugar era peligroso para seguir alojando a los ancianos.
 Se constató que el lugar no posee habilitación para explotar como geriátrico y/o como cobijo transitorio, por lo cual personal de la Secretaria de Inspección General procedió a efectivizar nuevamente la clausura del lugar, hecho que ya había sido realizado en enero.
 Según el relato de familiares de los abuelos, ellos pagaban un arancel de $5000 por mes. Y además le cobraban a los nuevos otros $5000 al ingresar.
La nieta de una abuela nos dijo “mi abuela estaba en una de las primeras piezas, acá la trajo Liliana L., que antes la tenía en Quilmes. Hoy policías me dejaron ver las piezas de atrás, me quise morir al ver como estaban los pobres abuelos. Yo visitaba una o dos veces por semana en el horario fijado, le traía a mi nona ropa, zapatillas, jabón, perfume, nunca tenía nada. Le llevaba leche larga vida, y cuando llegaba a la hora de la merienda la encontraba tomando mate cocido. Varias veces discutí con Liliana y Olga su hermana, pero poco, porque yo me iba  y mi abuela se quedaba”
Laura, quien trabajo en el lugar nos relató “Los abuelos estaban mal, pasaban hambre, estaba todo sucio, los colchones eran de terror, ni sábanas le ponían, los acostaban sobre plástico, siempre hacía mucho calor porque no abrían las ventanas”.
El Fiscal Interviniente avalo el secuestro de la documentación, disponiendo   reconocimiento médico legal de los ancianos para su posterior entrega a los familiares o en su defecto para el traslado de los mismos  a un nosocomio en condiciones habitables.
Veintiuno de los pacientes fueron entregados a los familiares  respectivos previa acta, y los restantes  abuelos fueron trasladados  al Hospital María Mater y  al Hospital Mi Pueblo de este medio.
El procedimiento, el traslado de los abuelos y la clausura del lugar concluyo a las 2 hs. de hoy.

Elradardelsur.tv

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