Oriunda del barrio Santa Inés en Varela, lleva muy profundo el deporte. Tras obtener su primer título de la ISKA ya se prepara para nuevas competencias en mayo.
Rocío Romero, lleva una vida como la de cualquier adolescentes de Florencio Varela, pero tiene una particularidad, con tan sólo 13 años, ya se consagró como la campeona más joven en su categoría en el país. Hace una semana obtuvo titulo argentino Cobra Thai de Kick Boxing en una competencia realizada en San Francisco Solano, y fiscalizada por la ISKA Argentina.
Conocida en el Kick Boxing de la zona sur como “La Pony”, comenzó en el deporte a los 11 años, luego de ver por televisión una pelea. “Cuando termino la pelea le dije a mi papá, yo quiero hacer eso. Y así empezamos a buscar donde estudiar, pero dado a que no es muy conocido el Kick Boxing, nos costó” recuerda la recientemente campeona argentina Cobra Thai. La búsqueda incansable de su familia se concreto cuando “un día vino contento mi papá y me dijo que en Solano cerca del Colegio Piedra Buena lo enseñaban. De ahí no paré más” sentencia la jovencita.
A partir de ese momento, La Pony comenzó a proyectar sus sueños, y paso a paso los está logrando, siempre con el acompañamiento de su familia, de sus compañeros y Antonio Báez su entrenador y director de la Asociación Argentina de Kick Boxing Sur.
La joven campeona cuenta que este deporte de contacto, que la consagro como la campeona más joven en su categoría, es “como el boxeo, pero con patadas. No se permite el uso de las rodillas, ni los codos” cuenta y aclara “Nosotros peleamos en un ring como el box. Tenemos protección y no es un deporte violento. Porque nosotros sabemos que peleamos solo en el ring, y esto nos sirve para ser mejores personas. Me gustaría que mucha gente lo conozca porque acá todos somos una familia que nos acompañamos para cumplir sueños”.
Rocío, sabe que en esta actividad que comenzó a los 11 años, no está sola. Cuenta con el respaldo de sus papás y de su entrenador Báez y de una larga lista de deportistas que como ella sueñan con que el Kick Boxing sea un deporte conocido en la región. “Báez es un gran entrenados que nos estimula a todos los chicos que ahí estamos a seguir creciendo, sin importar si ganamos o perdemos” comenta y fundamenta “hace tres meses me recibí de subinstructora y también cuando salgo a la calle trato de hablarle a los chicos del barrio de este deporte, que puede hacerles muy bien”.
EL TITULO
Rocío, a quien sus compañeros del gym de calle 894 Nº 2716 de Solano, le pusieron el apodo de “La Pony”, obtuvo el 16 de abril, el título junior femenino en peso mosca de 51 a 53 kg frente a “La Indiecita” Silva, también 13 años. Según la varelense, la pelea fue “dura”, ya que se disputó “ a 4 rounds de 2 por 1, y sentencia “la termine ganando, por puntos”.
SUEÑOS
Con un futuro prominente, Rocío tiene muchos sueños, y en todos se destaca hacer conocer al Kick Boxing en todas partes. “Quiero que se difunda este deporte, que mucha gente se acerque, que lo conozca que vea que es un deporte con el que se puede aprender mucho, y no solo pelear” comenta la deportista y aclara “acá mi entrenador Báez y los chicos que lo practicamos nos hemos acercado a chicos que estaban en las esquinas, y hoy uno de ellos está creciendo en esta actividad. Siento que si más chicos pueden ver en este deporte una salida, todo pueda cambiar” sentencia la campeona varelense.
En relación a próximas presentaciones, cuenta la Pony, que se está preparando para el mes de mayo tener otra pelea de técnica de Kick Boxing, e incluso existe la posibilidad de que pueda defender su título a lo largo del año en otras partes del territorio bonaerense.
OTROS CAMPEONES
En la misma velada de Kickboxing ISKA en San Francisco Solano, para la Academia Báez ISKA Zona Sur, que representa Rocío La Pony Romero, también obtuvieron sus títulos: Gastón Gómez y Sebastián Bareiro que se consagraron como nuevos Campeones argentinos Cobra Thai. Este último aspira al título argentino de la International Sport Kickboxing Association (ISKA) el próximo 7 de mayo en Bahía Blanca.
Publicado por Romina Martinez Parfeniuk
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