viernes, 30 de mayo de 2014

CARTA A LOS CHICOS DE LA CÁMPORA

Ustedes hacen homenajes a personalidades importantes de nuestra historia reciente, como J. W. Cooke, Arturo Jauretche, Rodolfo Walsh, Paco Urondo y algunos más, ¿Piensan acaso que estas personas, si estuvieran vivas apoyarían este gobierno? ¿Piensan por ventura que alguna de estas personalidades estaría de acuerdo con un gobierno que defiende a personajes siniestros como Amado Boudou, o Julio De Vido, o Lázaro Báez, o Cristóbal López, o Rudy Ulloa, solo por nombrar algunos? Creen, por ejemplo, que Evita hubiera permitido entrar a Monsanto, Chevrón o la Barrick Gold?. ¿Se imaginan a Jauretche o Rodolfo Walsh apoyando un gobierno (que se dice revolucionario) de una familia millonaria del sur, propietaria de un hotel internacional valuado en más de 9 millones de dólares?

El gran imperio del norte, al que todos los gobiernos, salvo los del General Perón, (Uno lo sacaron, matando cientos de personas inocentes y otro lo mataron, o esperaron que se muera) tuvieron que rendir pleitesía, (porque de lo contrario no podrían haber gobernado), trató de destruir el peronismo por todos los medios. Lo intentó primero con la dictadura, matando a los mejores dirigentes sociales y sindicales del país, luego por derecha, con Carlos Menem y como no funcionó, lo volvió a intentar por izquierda, con los Kirchner, pero tampoco le funcionó. ¿Por qué no le funcionó? Sencillamente porque el peronismo ha sabido interpretar la cultura de este pueblo y mientras exista el recuerdo del peronismo no habrá otro movimiento de masas que lo reemplace.
Mientras este gobierno hizo una política peronista la gente lo apoyó y el país creció y más tarde el pueblo todo le dio una nueva oportunidad en el 2011, votando masivamente a esta presidente, pero ahí empezaron los problemas, el más grave: la soberbia, que los llevó a mentirle al pueblo y ese fue el peor de los pecados porque devino en el descreimiento, que es lo más triste que le puede pasar a un gobierno; que su propio pueblo no le crea.
Y hoy nos encontramos con un país con problemas serios como el narcotráfico, la inseguridad, la pobreza, los desbarajustes económicos, el insipiente desempleo y una presidente que cuando habla repite slogan o consignas, pero que no habla de los problemas que enfrenta su gobierno porque si lo hiciera tendría que mentir.
En 1973, a días de asumir como presidente de la república, el Dr. Cámpora recibió a un grupo de dirigentes de una organización guerrillera que le exigían cargos en el gobierno, afortunadamente tuve oportunidad de escuchar el diálogo. Los dejó hablar y finalmente les contestó: " El General Perón dice que las revoluciones se hacen con tiempo o con sangre, nosotros hemos elegido el tiempo, pero cuidado, no queremos que jóvenes burócratas se apoltronen en los sillones del poder para cobrar jugosos sueldos y vivir en los barrios más caros de la Capital".
Ese era el doctor Héctor José Cámpora que yo conocí y al que los jóvenes militantes de entonces llamábamos cariñosamente; "El Tío".
Sebastián Green

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