martes, 26 de mayo de 2015

9 de Julio, un barrio de Varela a merced de Edesur


9 de Julio, un barrio de Varela a merced de Edesur

El barrio 9 de Julio de Florencio Varela, pasó más de 24 horas sin luz. Un apagón que empezó el viernes a la noche cerca de las 20 y se prolongó hasta el sábado a las 22, cuando Edesur, luego de los reclamos insistentes de los vecinos a la línea de emergencias, instaló dos grupos electrógenos en la zona que además de electricidad hacen un ruido que retumba en las casas y le quita el sueño al vecindario.

-Esto no debería pasar más. Cambiaron los cables hace un año y así y todo siguen los problemas –dice Leopoldo que vive hace 40 años en la barriada, uno de sus pobladores más antiguos.
9 de Julio es un barrio de trabajadores. Es de los más próximos al centro de Varela y también uno de los más populosos y extensos, con avenidas de aslfatos y calles de tierra. Las inmobiliarias la destacan como una de las zonas más urbana del partido, que cuenta con los servicios de cloacas, agua potable, teléfono, luz y gas instalados casi en su totalidad.
Pero durante 26 horas no hubo luz para ver tele, cargar el celular, escuchar la radio ni navegar en internet. Pero tampoco para nebulizarse, para prender estufas y caloventores y guardar comida en la heladera.
-Alumbrame acá Luciano que se pasan los fideos –dice Natalia mientras sostiene una cuchara en la boca de una olla que hierve unos spaghetti.
Luciano toma la linterna con la zurda y apunta a la comida.
-¿Mamá cuando viene la luz? –dice el pibe de 10 años.
-No sé hijo, depende de Edesur.
-Edesur no nos quiere.
Natalia es mamá y estudia el profesorado de historia y el viernes leyó sus textos con velas.
-Así se vive –se resigna Natalia.
En 9 de Julio saben de cortes de luz. En el verano 2013-2014 los vecinos pasaron 12 días sin electricidad por problemas en las líneas de Edesur. Hubo piquetes de vecinos en avenida San Martín y por eso en el arranque del otoño el Ministerio de Planificación junto al Municipio, cambiaron el tenido de cables en la zona. Pero parece que no fue suficiente.
Leopoldo recuerda esos apagones en los días previos a las fiestas en diciembre, cuando no podían enfriar agua y el calor hizo que el termómetro rozara los 42 grados.
-Ahora no hace calor, hace frío y tampoco tanto y mirá como estamos. Vivimos a merced de lo que disponga Edesur. La empresa te maneja la vida – dice Leopoldo, mientras el rugir de un grupo electrógeno se para, para que un camión cisterna con gasoil le reponga combustible para que siga su marcha.

agenhoy.com.ar

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