Ecoladrillos, una iniciativa que contagia en la región

Luego del programa municipal quilmeño, que alienta a los chicos de las escuelas a reciclar residuos elaborando ladrillos para la construcción, un matrimonio varelense expande la idea también en nuestra ciudad. Artistas plásticos, y profesores de yoga, amantes de la naturaleza y el medio ambiente. Andrea Barbalán y Luis Luque son un matrimonio joven que desde hace un tiempo experimentan en la técnica de los ladrillos ecológicos, una herramienta que combina sustentabilidad y construcción, ya que las piezas pueden usarse para construir desde cercos, canteros, mobiliario urbano, jardineras y estanques, hasta casas o incluso centros comunitarios. El eco- ladrillo consiste en una botella de plástico de agua u otras bebidas compuesta de politereftalato de etileno (PET) que usamos en nuestros hogares, y que sirve como depósito de residuos inorgánicos no reciclables limpios y secos que son compactados prolijamente en su interior con una varilla, de manera tal que conforme un bloque homogéneo, duro y resistente.
De esta manera la basura inorgánica como los plásticos, nylon, papeles aluminizados, telgopor, aluminio plástico, etc., queda separada y reciclada en una botella, y pueden ser utilizados para la construcción a un bajo costo. “Nosotros tomamos la decisión de hacer algo con la problemática de los residuos. Sabemos que como vecinos podemos hacer cosas en casa para defender el medioambiente, y los ecoladrillos son una gran oportunidad para realizar nuestro aporte”, explican Andrea y Luis. Los Luque y los ecoladrillos en Varela El matrimonio cuenta que la noble tarea donde también están involucrados sus dos hijos y sus alumnos de yoga, la iniciaron en abril del 2013, luego de ver algunos ecoladrillos en la casa de una amiga: “La idea nos cautivó y la empezamos a implementar en la familia y luego la extendimos al grupo de alumnos de yoga, que a su vez la trasladaron a sus amigos y familiares, y hoy somos más de 40 personas que periódicamente los acopiamos en nuestros hogares”. Andrea y Luis llevan adelante charlas a algunos establecimientos educativos, cooperativas y Centros de Jubilados donde tuvieron una excelente respuesta. “Nuestro desafío es que esta experiencia pueda ser usada en nuestra ciudad primero con proyectos simples como bancos de plazas, mesas, esculturas, canteros, veredas y también llegar a la construcción de viviendas como se realizan en otros países”, afirman. También participaron en diferentes proyectos solidarios en Villa Elisa y La Plata, donde colaboraron para aportar a la construcción de un salón de Usos Múltiples para la contención de chicos carenciados del barrio. Una iniciativa que da la vuelta al globo Si bien los eco – ladrillos no tienen una gran difusión en Argentina, varios países de Latinoamérica como Colombia, Chile y Brasil han puesto en práctica desde hace un tiempo esta idea para la construcción de casas y barrios. En Argentina se han llevado adelante incipientes experiencias con el material en la ciudad de Calafate, Mendoza, La Rioja, y en el Municipio de Navarro en la provincia de Buenos Aires, donde además el Municipio lo ha incorporado como una actividad institucional de concientización donde participan los alumnos en edad escolar.

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