Guerra de peluquería, influencias y aprietes por el Registro de la Propiedad

María de la Paz Dessy y María Cristina Ballina Benites se disputan la Dirección del Registro Provincial de la Propiedad.
Según fuentes confiables del Registro Provincial de la Propiedad, dos mujeres se estarían disputando el cargo de directora en dicho organismo, al parecer y según los trascendidos, no con armas muy loables ni nobles dado el perfil que quiere mostrar la actual gobernadora.


El forcejeo y tironeo tiene como protagonistas, por un lado, a la ex diputada kirchnerista de la provincia de Buenos Aires, por Florencio Varela, María de la Paz Dessy, quien también supo ostentar cargos en otros organismos de la administración Scioli.

Siempre estuvo apadrinada por el máximo referente de su distrito, presidente de la organización kirchnerista FAM, Julio Pereyra, con quien más allá de la política se vio involucrada en cuestiones pasionales, cuando la hija de uno de los “Barones” provinciales, posó los ojos y algo más, en el marido de Dessy a quien rebautizaron la viuda; aunque su dolor fue calmado, según los vecinos de Varela, con un mayor apoyo político de parte del patriarca.

La otra figura es menos conocida públicamente, aunque más en el ámbito del registro donde no se la recuerda con agrado, se trata de María Cristina Ballina Benites, actualmente secretaria ad hoc del cuestionado juez Federal de Morón, Jorge Rodríguez, quien estaría impulsando su postulación y presionando de alguna manera con las causas que están en su poder y que involucra a funcionarios de la actual y anterior gestión Provincial.

Los corre pasillos hablan de situaciones particulares de ambas aspirantes, por un lado se habla de Dessy como "una traidora de los compañeros a quien se la estaría presentando a él ministro (Hernán) Lacunza" y por el otro lado los mismos comentarios hablan de Ballina como una ex abogada del registro que "vivió de carpeta psiquiátrica y nunca vino a trabajar si viene la vamos a escrachar porque es una vergüenza para todos los que trabajamos".

Dadas estas situaciones no será fácil la decisión sobre todo si no se tiene en cuenta a varios de los actores que influyen en el registro y que hoy se ven dejados de lado por una política que se suponía no iba a aceptar este tipo de expedientes raros en los funcionarios.

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