martes, 29 de diciembre de 2015

Lanatta había pedido estar detenido junto a su hermano y Schillaci para hacerle frente "a una eventual amenaza"


Los hermanos Martín y Christian Lanatta y Víctor Schillaci

Los hermanos Martín y Christian Lanatta y Víctor SchillaciLos hermanos Martín y Christian Lanatta y Víctor Schillaci
Las declaraciones judiciales de Martín Lanatta ahora cobran otra relevancia, horas después de la escalofriante fuga en la madrugada de ayer junto a su hermano Cristian y Víctor Schillaci, todos condenados a reclusión perpetua por el asesinato de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. El 5 de agosto pasado, tras su espectacular aparición en el programa "Periodismo Para Todos" y luego de vincular a Aníbal Fernández con el tráfico de efedrina, Lanatta le pidió a la jueza de Ejecución en lo Penal 1 de Mercedes, Marcela Otermín –a cargo de las detenciones de los tres y de Marcelo Schillaci–, que quería quedar alojado en la unidad carcelaria de General Alvear junto a su hermano Cristian y Schillaci. Y rechazó, de manera rotunda, el traslado a otros complejos penitenciarios.

"A su criterio (el de Lanatta), la distancia que presenta la ubicación de la unidad carcelaria 30 de General Alvear lo favorece momentáneamente, porque refiere que Quilmes, Florencio Varela y La Plata son 'de dominio de Aníbal Fernández, que refiere que es un problema personal y no económico y que lo va a llevar hasta las últimas consecuencias'. Es consciente de su situación, no teme por su vida, (dice) que puede correr peligro pero que estando con su hermano y con Víctor Schillaci piensa que puede hacer frente a una eventual amenaza". Así lo manifestó Lanatta a la jueza, según el documento judicial al que accedió Infobae. Otermín, de hecho, le deslizó al recluso la posibilidad de alojarlo en "alguna alcaldía de La Plata, La Pettinato de Olmos, de San Martín o de Lomas de Zamora", pero el detenido refirió que "más allá de que estos lugares son más cercanos a su domicilio", prefería permanecer "más alejado". Más adelante, avisó, solicitaría el traslado a alguna unidad de La Plata "para poder estudiar la carrera de Derecho".

Los Lanata y Schillaci estaban alojados hasta la madrugada de ayer en el pabellón de Sanidad del penal de máxima seguridad de General Alvear porque el pabellón 10 del sector 1 –"pabellón de la fuerza"- en el que debían ser reubicados, también los tres juntos, estaba con la capacidad colmada. Así se lo informó a la jueza María Florencia Piermarini, entonces jefa del Servicio Penitenciario Bonaerense, el 6 de agosto de este año, un día después de la declaración testimonial de Lanatta. "Me informó (Piermarini) que las autoridades de la unidad 30 se encuentran realizando todas las medidas urgentes tendientes a conseguir la pronta liberación de cupos para el alojamiento de los detenidos en el pabellón solicitado y que a la brevedad serán alojados en dicho sector", escribió Otermín, según el documento al que accedió este medio.

El interrogante, con el escándalo consumado, surge inevitable: ¿Hicieron bien las autoridades judiciales en autorizar el alojamiento conjunto de los condenados por el Triple Crimen? ¿Por qué Lanatta estaba tan empecinado en quedar recluido junto a su hermano y a Schillaci? La pregunta se torna mucho más inquietante si se tiene en cuenta que casi dos años atrás los reos ya habían intentado fugarse. "La finalidad es evitar males mayores que podrían registrarse si se mantienen alojados a ambos hermanos en celdas individuales", explicó la jueza, según el escrito.

Según pudo saber Infobae, la magistrada tampoco emitió una autorización escrita a un pedido formal del fiscal Juan Ignacio Bidone –que investigó el Triple Crimen-, que solicitó al Servicio Penitenciario Bonaerense una copia del registro de visitas de Martín Lanatta, semanas después de su aparición televisiva en el ciclo conducido por Jorge Lanata.

Tan escandalosa y escalofriante se tornó la fuga de anteanoche que las autoridades bonaerenses no solo relevaron a la cúpula del SPB, sino que dispusieron una recompensa de 2 millones de pesos por el paradero de los tres prófugos, la máxima permitida por la ley, veinte veces más abultada que la que pesa sobre Ibar Esteban Pérez Corradi, sindicado como autor intelectual del Triple Crimen.

infobae.com

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