martes, 28 de febrero de 2017

Matricardi descontracturado: habla de su pasión por el tenis y su vida en San Juan


Matricardi descontracturado: habla de su pasión por el tenis y su vida en San Juan

El único refuerzo y favorito de ´Pipo´ Gorosito para la defensa verdinegra abrió las puertas de su hogar sanjuanino y habló de todo.
Oriundo de Florencio Varela, Buenos Aires, y con 1.90 metro de altura envidiable para cualquier tenista o futbolista, a los 13 años tuvo que decidirse entre la raqueta o los botines.



Su altura y buen saque lo llevaron a practicar tenis y disputar varios torneos de niño. Con el suizo Roger Federer y el argentino Juan Martín del Potro como ídolos, Patricio Matricardi (23) soñó alguna vez con triunfar de la mano de la raqueta. Pero en el medio hubo un amor más fuerte, el fútbol, el que lo llevó a abandonar las canchas de polvo de ladrillo y dedicarse por completo a la redonda, esa que lo trajo hace menos de dos meses a San Juan, precisamente a San Martín.

Oriundo de Florencio Varela, Buenos Aires, y con 1.90 metro de altura envidiable para cualquier tenista o futbolista, a los 13 años tuvo que decidirse entre la raqueta o los botines. "En la escuela (Sagrado Corazón) jugué bastante tenis e incluso disputé varios torneos. No era mal jugador, pero era complicado. En un momento tuve que elegir y al final me decidí por el fútbol, pues para ser tenista se necesitaba de mucho respaldo y sponsors, en cambio en el fútbol te daban todo. Igual, me gustaba mucho más el fútbol", comentó Matricardi. Y agregó entre risas que "hace un montón que no juego al tenis, si alguien me dice ´vamos a jugar´, voy".

Pero el deporte individual no fue el único en su infancia: el handball es la disciplina predilecta de su familia. Su papá Gabriel y su mamá Roxana lo practicaron toda su vida, y sus hermanos Franco y Marcos siguen conservando ese legado, este último en Defensa y Justicia. "De chico siempre fui el bicho raro de la casa. A mi papá le decía ´comprame una pelota de fútbol´ o ´llevame a probar a un club´, mientras todos jugaban handball. A mí me gustaba, pero no tanto como el fútbol".

Matricardi futbolísticamente se inició en el Club Nahuel de Florencio Varela y al tiempo pasó a una baby del Deportivo Armenio. Sus inicios lo hizo como mediocampista central, hasta que un DT de nombre Diego Comella le dijo ´vos pibe, vos sos central´. "Jugaba de cinco y me fueron tirando más atrás. Me adapté, me sentí cómodo y me re gustó", comentó.

Luego llegó su gran salto al club y gran semillero nacional, Argentinos Juniors. Jugó en inferiores y con 18 años debutó en Copa Argentina, disputando un total de 40 partidos con el equipo profesional, la mayoría de la mano de ´Pipo´ Gorosito. Justamente fue el flamante DT verdinegro quien lo convenció de venir a San Juan. "Quería que vaya a San Martín así que le dije a mi representante que nos moviéramos, que me quería ir. También llegué porque me gusto la idea de disputar la Primera del fútbol argentino, además porque tengo cerca a mi familia".

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Su solitaria y tranquila vida en San Juan

Un reloj astronómico y el nombre de sus padres, Roxana y Gabriel, son los dos tatuajes que se observan en su brazo izquierdo. Patricio, quien analiza ´hacerse la manga´, recibe a Tiempo de San Juan en su hogar sanjuanino, relajado y de muy buen humor

El departamento es grande, tiene la tele prendida -vaya casualidad transmiten un partido de tenis- y la infaltable playstation. Cosa rara, no hay música, aunque dice escuchar mucho reguetón, cumbia y rock. "No salgo casi, estoy en casa con el aire prendido. Pero me estoy adaptando muy bien. La ciudad es chiquita pero tiene todo, además la gente es muy amable, bien de provincia. Me gusta, aparte no hay tráfico (risas)".

El club, el cine y las compras a una casa de comida son prácticamente sus únicas salidas. Contó que la última vez que fue al Patio Alvear fue para ver ´La gran muralla´ y para darse un permitido en McDonald´s. "Cada dos días voy a un local que venden comida vegetariana, o mejor dicho sana. Después cocino en casa churrascos o pechuga de pollo. Trato de cuidarme, pero cuando hay permitidos es hamburguesas o pizzas", confesó entre risas.

Reconoció extrañar a la familia, sobre todo la comida de su mamá: "Es raro estar lejos de ellos, pero con esto de las redes sociales es como que están acá. Mi vieja vino al principio para ayudarme a acomodar el depto. Ahora seguro viene de nuevo, ya le dije que me traiga algo, no sé, medialunas. Se extraña (risas)".

Bajo perfil y a simple vista muy humilde, el defensor disfruta de su estadía en la Provincia y su gran chance de volver a jugar en la máxima categoría del fútbol argentino. Ya disputó los amistosos de pretemporada, uno de ellos ante River, y es un jugador fijo para la defensa de San Martín en el campeonato que se avecina.

tiempodesanjuan.com

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