jueves, 31 de diciembre de 2009

Pastoral Social pide mayor seguridad y equidad social

“La violencia reviste diversas formas y tiene diversos agentes y se hace carne cuando los derechos no son respetados en cuanto a la igualdad de oportunidades: al trabajo digno, a la salud, a la alimentación, a la educación, a la vivienda, a la recreación, a ser atendido en los reclamos, a la libertad, a la protección, a la justicia, etc. La violación de los derechos indefectiblemente quiebra la armonía social para dar paso a la crisis, en la situación actual es doloroso ver como afecta a cada estrato social”, dice un extenso documento del Decanato de Florencio Varela que se dio a conocer a horas del fin de año. Para reflexionar antes de levantar la copa.
 Sr. Director:

Nos dirigimos a usted con motivo de pedirle la publicación de esta carta de reflexión sobre"inseguridad".

Deseamos compartir nuestra profunda preocupación frente a la situación de inseguridad generalizado que se viene produciendo de distinta manera y la escasa respuesta a la garantía de los derechos de los ciudadanos frente a la misma.

En este último tiempo mucho se ha hablado de la inseguridad, muchos son los afectados de diferentes formas, muchas son las vidas que se han perdido a causa de la misma y muchos los que tienen miedo y esperan que las autoridades responsables de pensar y velar por la seguridad de los ciudadanos se preocupen de hacerlos para revertir la actual situación de inseguridad generalizado acompañado de violencias, robos, asaltos y asesinatos, éstos generalmente entre los pobres y que muchas personas lo están sufriendo en carne propia, no le contaron y no vieron por los medios de comunicaciones sino que lo vivieron.

En general todos estamos afectados de alguna manera por la situación de inseguridad de este sistema, pero la peor parte están soportando los mas débiles como - las personas adultas mayores y los niños que están amenazados sus vidas por falta de atención médica y alimentación adecuada - los adolescentes y los jóvenes ven un futuro desalentador, porque muchos de ellos no podrán estudiar ni trabajar - los que tienen trabajo, viven angustiados por miedo a perderlos.

Los comerciantes de barrios, son los blancos de los asaltos. Los contribuyentes que pagan los impuestos, no ven reflejados en beneficios para los barrios. Los que cuentan con algún servicio (agua, cloaca, luz, gas, teléfono), se sienten cautivos de las empresas prestatarias porque cada empresa fija su tarifa a conveniencia, sin competencia ni intervención del estado en defensa de los usuarios. Otros cuantos se ven amenazados y afectados, por la contaminación ambiental por falta de respuesta coherente. Las familias están preocupadas, por lo fácil que resulta conseguir las drogas, también están los que se quedaron excluidos del sistema y sin esperanza.

El caminar por la vida nos muestra que la violencia reviste diversas formas y tiene diversos agentes y se hace carne cuando los derechos no son respetados en cuanto a la igualdad de oportunidades: al trabajo digno, a la salud, a la alimentación, a la educación, a la vivienda, a la recreación, a ser atendido en los reclamos, a la libertad, a la protección, a la justicia, etc. La violación de los derechos indefectiblemente quiebra la armonía social para dar paso a la crisis, en la situación actual es doloroso ver como afecta a cada estrato social: La indiferencia o la ausencia de los funcionarios de los poderes públicos. La manipulación de los pobres con fines políticos y económicos. La justicia que tiene inclinada su balanza a favor de los poderosos, el agente de seguridad que se asocia con los ladrones. El autoritarismo de los gobernantes. Estas actitudes generalmente llevan a la violencia y por ende a la desintegración de la familia ,a la desigualdad ,al miedo, a la paralización, la venganza, a las adicciones, a la desesperanza, a la opresión.

Como Pastoral Social, estamos atentos a la situación social del distrito y ante esta realidad social solicitamos a las autoridades gubernamentales que encuentren la forma correcta de solucionar la inseguridad que nos desmoraliza y nos tiene bajo rejas. No estamos ajenos al compromiso que nos compete de buscar la manera de cooperar con las autoridades, y lo estamos haciendo en las medidas de nuestras posibilidades. Como opinión decimos que hace falta mas compromisos y voluntad de todas las partes responsables, y para que sea efectivo hace falta humildad, reconocer los errores, identificar el origen la causa, actuar con justicia en concordancia con todos los actores responsables que puedan garantizar igualdad de oportunidades y justicia social en un marco de respeto para el buen funcionamiento del sistema democrático, que se cumplan y se hagan cumplir lo que dice en la Constitución Nacional. Confiamos en la capacidad y en la sensibilidad de los gobernantes y ponemos en oración sus esfuerzos en la pronta solución de los problemas. También pedimos por la fortaleza de las víctimas de la inseguridad. Quiera Dios que en este año que comienza se pueda encontrar el camino correcto y en paz que nos merecemos.

Pastoral Social Decanato

Florencio Varela

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