Se deben adoptar medidas que frenen éxodo de médicos

Tal como se informó recientemente en este diario, en el último año seis médicos del área de Terapia Intensiva renunciaron para irse a trabajar al Hospital El Cruce, de Florencio Varela, atraídos por los mejores sueldos que se pagan en este establecimiento. Y fue la Asociación de Profesionales del hospital platense la que denunció este éxodo de terapistas, advirtiendo en un comunicado que la disparidad de salarios existente está poniendo en juego el nivel de atención del principal centro pediátrico de la Provincia.




Pero también desde la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud se formularon advertencias acerca de una enorme desigualdad en los sueldos dentro del propio sistema público de salud, un fenómeno que sería el causante del éxodo de profesionales.



Aun sin reconocer que existe un éxodo, en el ministerio de Salud bonaerense se admitió la desigualdad salarial, que estaría fuera de su alcance pues provendría de un apoyo del gobierno nacional que recibe el hospital El Cruce, en una situación excepcional que le permite ejecutar su propio presupuesto y contratar a su propio personal.



Sea como sea, resulta inadmisible que el Hospital de Niños atraviese ahora una verdadera encrucijada que pone en serio riesgo un nivel de excelencia que se ha mantenido durante muchas décadas, basado primordialmente en la reconocida calidad de sus recursos humanos.



Se está hablando de un hospital que ha sido siempre de verdadera vanguardia científica en materia de pediatría, rector en lo que se refiere a actuar como modelo de buena política sanitaria para toda la Provincia, utilizado como trascendente centro de derivación y que, además, conformó siempre junto con otros hospitales públicos un polo médico de primer nivel en la capital bonaerense.



Es evidente que ahora se encuentra ante un punto crítico y que, por consiguiente, las autoridades sanitarias deben impulsar, como primeras responsables, una reacción acorde a los ricos antecedentes médicos y al servicio que le presta a la población el Hospital de Niños.



Son las autoridades del ministerio de Salud provincial las que deben buscar alternativas equilibradoras, que sean equitativas para la comunidad médica involucrada en este problema y que, a la vez, contemplen la premisa de que el Hospital de Niños debe mantener a todo trance el aporte y la valía de sus planteles médicos.



Debe decirse, además, que la de terapistas es una especialidad particular, en la que no abundan los recursos calificados. Evitar esta fuga debería formar parte de una estrategia prioritaria.



Diario El Día de La Plata