martes, 18 de abril de 2017

Negaron al Padre Miguel darle la extremaunción a un enfermo grave en la ex clínica María Mater



El sacramento de la unción de los enfermos es un acto litúrgico comunitario realizado por parte de distintas Iglesias cristianas (Iglesia católica, Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana) por el cual un presbítero signa con óleo sagrado a un fiel por estar enfermo, en peligro de muerte o simplemente por su edad avanzada. Al igual que los demás sacramentos, la Iglesia católica considera que la unción de los enfermos fue instituida por Jesucristo quien, según los textos neotestamentarios, hizo participar a sus discípulos de su ministerio de compasión y de curación.

Jueves Santo en la Clínica Santa Clara de Florencio Varela, ex María Mater. Nada más ni nada menos. Pasado el mediodía (12.45 horas) se hizo presente el querido y reconocido por todo Florencio Varela padre Miguel Hryzmac, titular de la Parroquia de la Medalla Milagrosa y titular de la Vicaria de Solidaridad del Obispado de Quilmes, con la intención de otorgarle a un enfermo grave el óleo sagrado.
El padre Miguel no es un joven presbiterio que está comenzando su pastoral, por el contrario, cuenta con más de 40 años en la Iglesia y 38 al frente de su parroquia. En ese marco ha signado con el óleo sagrado (la bendición con agua bendita) a cientos de enfermos en estado de partir de este mundo a los brazos del Señor. El Jueves Santo el Padre Miguel se acercó a la renovada ex Clínica María Mater, del barrio de Villa Vatteone, ahora bautizada como Santa Clara, tras un cambio de firma, para darle la extremaunción a un enfermo grave y por pedido de su familia.
Decir que la ex María Mater se ha renovado, solo alcanzaría a las mejoras que se han hecho en el sector de Terapia Intensiva y otras instalaciones. Por lo que se verá no hay renovación en el sentido común. El nuevo Director de la Clínica se comunicó con Varela al Día para dar a conocer las nuevas buenas noticias, pero en las dos ocasiones que nos presentamos en el establecimiento el médico no estaba presente y cuando si lo estaba, se nos dijo de parte de la vigilancia que estaba ocupado. Y el Padre Miguel pasó por lo mismo.
Mejoras en la clínica pueden existir, de hecho se notan a la vista. Tal es el caso de los consultorios externos que se están construyendo en la esquina de Pueyrredón y Haití. Pero algo falta. Y lo que falta son las relaciones públicas. Un vecino lindero a esos consultorios no fue anoticiado de la construcción y comenzaron por demoler una pared que afecta a su medianera.
La seguridad de Clínica tiene órdenes que hace cumplir a rajatablas del no ingreso a la UTI y en ese marco prácticamente expulsó al Padre Miguel el Jueves Santo.
Miguel se retiraba de la Clínica y se cruzó con el director de este diario en forma casual y se manifestó preocupado y a la vez sorprendido.
“Es la primera vez que me pasa una cosa asi. Nunca en mi larga trayectoria me impidieron darle la extremaunción a un enfermo en un sanatorio o en un hospital”, disparó el sacerdote.
-¿Qué le dijeron Padre?
-Que no se puede ingresar a Terapia Intensiva. Que regresara en el horario de visitas. Le dije que a lo mejor en el horario de visita el enfermo ya no estaba en este mundo. Le dije quien era y me dijeron que no me conocían. Les pedí hablar con el director y me dijeron que estaba ocupado. Les pedí por favor que me dejen pasar, que me acompañe alguien. Que no lleva más de 10 minutos. Le dije que era Jueves Santo, una fecha especial. Que tengo misa por la tarde, que no podia regresar a las 18. Me dijeron que no y que me retirara. Nunca vi una cosa asi.
Miguel dijo haber llegado a las 12.45 y esperó hasta las 13.30 para ver si alguien lo autorizaba a pasar. Se retiró sin lograr el objetivo.
En la clínica se informó que los horarios de visita para Terapia Intensiva son de 12 hs a 12.30 horas y de 18 a 18:30 hs. Pero si hay orden de no ingresar nadie ingresa. Quizás haya inmortales entre sus directivos y empleados que nunca requieran el óleo sagrado.

Varela al Día

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