Vecinas del barrio Lomas de Monteverde se atrincheraron en la oficina comercial de Edesur y en reclamo de la restitución del servicio cortado el viernes pasado. Hubo lucha cuerpo a cuerpo con gendarmes y policías.
Roturas de vidrios y amenazas de suicidios. Escenas de alto nerviosismo. No hubo detenidos, pero si un herido en un brazo por un vidrio que se clavó en el medio de la refriega. La luz vino en horas de la tarde cuando una cuadrilla fue afectada al barrio. La gente está harta de reclamar a una máquina grabadora y en Varela no tiene respuestas de una oficina que es comercial. Todos los años pasa lo mismo. ¿Está lejos el día que incendie la sucursal? La violencia se hace insostenible.
Llegaron con las luces encendidas del alumbrado público. Vaya paradoja. De sus casas, del barrio Lomas de Monteverde, salieron a oscuras. Eran las 7:30 de la mañana de ayer. Aguardaron que la puerta de ingreso al local comercial que la empresa Edesur tiene en avenida San Martín 874 de Florencio Varela, se abriera. Las cortinas se levantaban a las 8 de la mañana y se bajarían a las 16. Se mezclaron entre la cola de los sufridos vecinos que a diario soportan frío en invierno, calor en verano y lluvia cuando llueve. Todo para trámites comerciales, porque allí los reclamos por falta de suministro, no son cuestiones de interés. Todo reclamo de suministro, al call center o la oficina comercial Quilmes. Y este si que es un problema a saldar. O Edesur cambia esta política y atiende en Varela con una oficina como la que tiene en Quilmes (buena oportunidad esta para que los concejales hagan algo) o los vecinos un día de estos van a incendiar la oficina comercial. Cuando esto suceda, será tarde y para lamentarse ante todos los medios nacionales. Y ahi estará Varela, “tierra de violentos”, dirán los los medios. Pero la gente, está harta. Las huellas de los piedrazos en el frente del local Varela, las pintadas con aerosol y los restos de goma quemada, están reafirmando lo que decimos más arriba.
A las 8 en punto comenzó a subir la cortina eléctrica. Adentro: los empleados, los dos gendarmes de custodia del Estado nacional, el de seguridad privada y la gente de la cola que comenzó a ingresar. De afuera, las palmas con el tradicional "queremo la lu/queremo la lu" La mañana iba a ser movida. Los manifestantes, en su mayoría mujeres, cuyos maridos estaban trabajando, avanzaron acompañadas por algunos hombres del barrio. Enseguida los gendarmes trataron de evitar su ingreso. Las enardecidas mujeres se abrieron paso. El de la seguridad privada marcó el 911. Dos patrulleros llegaron prestamente. Algunos de los uniformados hasta pensaron seriamente pasar del lado de los vecinos y sumarse a los reclamos. Es que varios barrios de Florencio Varela están sufriendo los contínuos cortes de energía que Edesur está llevando a cabo. Dicen que las cuadrillas están de paro por un reclamo de gremio de Luz y Fuerza. ¿Cómo explicarles esto a los pobladores de Varela? Los cortes se dan en barrios que no tienen suministro de gas. Donde la presión del agua no sube al tanque y necesitan bombas para tal fin, Donde el frío se hace sentir y la estufa eléctrica es el único paliativo. A todo esto se le suma la quita de los subsidios con incrementos de las tarifas. Además con cinco días sin luz no se ven los descuentos en las boletas. Con esta carga de indignación estaban los vecinos ayer en la puerta de Edesur Varela. Eran los mismos que el sábado pasado, sumergidos en la desesperación de hacer los reclamos al Call Center de Edesur y ser atendidos por una máquina grabadora, cortaron la avenida San Martín con quemas de gomas y para colmo no ser atendidos por nadie. ¿Puede haber mas malatrato?
ESCANDALO
"Correte gendarme, porque acá se pudre todo", recordaba ayer al mediodía un hombre que pudo ingresar al local. Daniel, con su brazo derecho vendado, dijo de ese momento: "Entraron las mujeres, los gendarmes trataron de frenarlas, hubo empujones, golpes y todos nos fuimos contra una oficina vidriada. Ahí entró la policía, hubo más empujones y se rompió el vidrio que me cortó el brazo. Me llevaron en la ambulancia al hospital y me atendieron. Ahora vine de apoyo".
Las discusiones seguían adentro. Las cortinas del local comercial se habían bajado ni bien ingresó el grupo de mujeres al borde de un ataque de nervios. El comisario de la Primera trató, inútilmente, de conciliar. Las mujeres se quedaron alli en busca de un compromiso de Edesur: Luz para el barrio. Tenían todos los reclamos hechos. Idas y vueltas. Pasó el mediodía, llegó la tarde y al final lograron que una cuadrilla diera luz el barrio. Todos se preguntan hasta cuando. Edesur, nada dice. La pregunta es: ¿Quién le pide que rinda cuentas?
Publicado por Varela al Día
miércoles, 18 de agosto de 2010
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