La “otra iglesia” rompió el silencio y habló de todo. Destacó la Asignación Universal por Hijos, la ley de servicios audiovisuales y los juicios a represores. Hubo críticas para la jerarquía eclesial y para sectores de la oposición.
Es la cara de la otra iglesia. La de los pobres. Alejados de las catedrales opulentas y fastuosas que cierra sus puertas a los marginados, por temor al “saqueo y la inseguridad”. Tomaron la posta de Monseñor Angelelli y Carlos Mugica y lo llevan como prédica del evangelio comprometido. Hartos de las contradicciones pero sin claudicar a sus convicciones, el grupo de Curas por los Pobres, rompió el silencio en un documento elaborado en Florencio Varela y plantó su verdad. Un mensaje obviado por la mayoría de los medios de comunicación, los mismos que tuvieron móviles en directo en el encuentro episcopal, donde se reunió la jerarquía católica argentina.
“Con un oído al pueblo y otro al evangelio” dice su Martín Fierro. No le escapan al deber cívico y profundamente religioso de dar señales del tiempo actual. Por eso no le esquivaron el bulto a la actualidad y hablaron de todo. Fijaron posición sobre gran parte de los temas que están en la agenda pública, incluidos el 82 por ciento móvil para las jubilaciones, las declaraciones de Hugo Biolcati, la ley de servicios audiovisuales y la minería a cielo abierto, entre otros. Hubo palos para la oposición y reconocimientos para el oficialismo.
El documento fue elaborado tras una larga jornada de debate realizado en una parroquia de Florencio Varela, donde se encontraron un centenar de sacerdotes de todo el país, que llevan adelante esta bandera de los pobres.
En el primer párrafo, los curas abren la polémica con el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati. “No le reconocemos ninguna autoridad al Sr. Biolcati ni a la Sociedad Rural y sus adjuntos para hablar de los pobres, cuando sabemos claramente que las políticas que han propuesto o impuesto sistemáticamente han sido causa de más pobreza y más opresión en nuestra Patria”, comenzaron. La frase fue dirigida a las cuestionadas declaraciones del presidente de los ruralistas durante el acto de la exposición realizada este año.
En el texto, de apenas una carilla, los sacerdotes aseguran que “coincidimos plenamente con la importancia de otorgar a los jubilados un justo 82 por ciento móvil”, si bien “no les reconocemos a muchos de los que levantan ahora esta bandera ninguna autoridad para hacerlo, cuando descontaron un 13 por ciento de los salarios, apoyaron el perverso sistema de las AFJP o vetaron leyes que beneficiaban a los jubilados”. Pero insisten en que “esperamos que se continúen realizando todos los esfuerzos posibles, y a su vez se exprese con justicia de dónde es posible obtener los fondos correspondientes para este acto necesario y digno”.
No faltaron tampoco los llamados de atención para el Gobierno. “Nos resulta muy difícil entender –dicen los curas– que el mismo gobierno que levanta –¡y celebramos!– las figuras martiriales de (sacerdote Carlos) Mugica y (el obispo Enrique) Angelelli en las conmemoraciones del Bicentenario, no ponga límites a la minería a cielo abierto de la Barrick Gold y otros megaemprendimientos semejantes, o no impida la fumigación de los campos de soja con los que el nivel de arsénico en el agua se está elevando en grados alarmantes.” Celebran los sacerdotes de la Opción por los Pobres que “el acceso al agua sea considerado en nuestros días uno de los derechos humanos imprescindibles”.Los firmantes del documento son aproximadamente un centenar de sacerdotes, entre ellos el coordinador del grupo, Eduardo de la Serna, los curas Marcelo Ciaramella, Ignacio Blanco, Jorge Marenco y un histórico de los Sacerdotes para el Tercer Mundo, Alberto Carbone.
“Nos resulta preocupante y escandaloso que en el clima de la clara oposición a la ley de medios que deroga una ley de la dictadura, de las firmes evidencias de la fraudulenta adquisición de Papel Prensa y la seria probabilidad que los hijos de la Sra. Ernestina de Noble hayan sido apropiados ilegalmente, un grupo de dirigentes políticos se reúnan con la máxima autoridad del multimedios hegemónico en un peligroso mensaje para la sociedad, que ellos mismos dejaron trascender”, dice el documento en otra parte.
Los curas tampoco dejaron de mirar hacia la propia Iglesia, al señalar que “no podemos dejar de manifestar nuestra disconformidad con el modo de actuar de sectores de la Iglesia ante la reforma del Código Civil”, en clara alusión a la resolución que habilitó el matrimonio para personas del mismo sexo. Los curas entienden que el accionar de la Iglesia “se caracterizó más por el tono amenazante y apocalíptico que por el diálogo y el respeto que la misma Iglesia pregona”.
Pero al mismo tiempo precisan que “no podemos menos que reconocer en nuestra vida cotidiana notables signos de alegría y esperanza” entre los que se incluyen “la Asignación Universal por Hijo, como un elemento fundamental de justicia y dignidad; el avance en los juicios contra los delitos de lesa humanidad, la investigación parlamentaria de la Deuda Externa y la propuesta de las Abuelas de Plaza de Mayo como candidatas al premio Nobel de la Paz, cuya candidatura apoyamos”.
Las claves
“No le reconocemos ninguna autoridad al Sr. Biolcati ni a la Sociedad Rural y sus adjuntos para hablar de los pobres”
“Nos resulta preocupante y escandaloso que en el clima de la clara oposición a la ley de medios que deroga una ley de la dictadura”
“No podemos dejar de manifestar nuestra disconformidad con el modo de actuar de sectores de la Iglesia ante la reforma del Código Civil”
“No podemos menos que reconocer en nuestra vida cotidiana notables signos de alegría y esperanza” entre los que se incluyen “la Asignación Universal por Hijo, como un elemento fundamental de justicia y dignidad”.
Publicado en Infosur
sábado, 21 de agosto de 2010
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