Ayer comenzaron a sonar en la esquina de Boedo y la cortada San Ignacio agrupaciones y artistas como la Orquesta Típica Agustín Guerrero, Juan Vattuone, el Quinteto Negro La Boca, La Biyuya, Violentango, Alan Haksten y el domingo 20, en el cierre con la tradicional Milonga del Pañuelo Blanco de la Plaza Dorrego de San Telmo, en la que volverán a lucirse el “Indio” Pedro Benavente y la Orquesta Típica La Vidú de Florencio Varela.-
Si el tango vive en Buenos Aires, como repiten las publicidades de campaña, no es sólo por la larga buena racha de las tanguerías para turistas, ni sólo por ese planeta en expansión que es el de la danza del dos por cuatro. Un creativo y entusiasta movimiento de orquestas y agrupaciones jóvenes avanza en expansión; a paso firme y escasamente difundido, sonando regularmente en una cantidad de teatros, bares, clubes, esquinas o plazas, y editando sus materiales de manera independiente. Algunos más conocidos que otros, tienen en común la búsqueda activa de nuevos públicos y de visibilidad. Y, como ocurre con la gente que tiene esa manía de organizarse, han inventado formas creativas de lograrlo. El Festival de Tango Independiente, que comienza hoy con una gran milonga al aire libre en Boedo y se extiende hasta el próximo domingo 20 de marzo, es una de las más felices de estas formas.
El encuentro, organizado por la Unión de Orquestas Típicas y Fractura Expuesta Radio Tango, cuenta con la colaboración de quienes dirigen algunos de los espacios para la música en vivo que programan tango durante todo el año. Estos espacios estarán abiertos durante las nueve noches que durará el festival, con una larga lista de artistas programados (ver aparte). Se anuncian también proyecciones de documentales, muestras fotográficas y mesas redondas pensadas tanto para quienes escuchan como para quienes tocan tango, o para los que se preparan para hacerlo. Habrá una “charla a fondo” con el contrabajista Horacio Cabarcos, otra con investigadores de La Ciudad del Tango del Centro Cultural de la Cooperación, una mesa redonda que propone debatir sobre el “Panorama del presente”, otra que analiza “El rol de los conservatorios” con directores y maestros de los principales espacios de enseñanza.
El manifiesto del colectivo organizador publicado en www.orques todromo.com.ar deja claro lo que se busca: “El Festival de Tango Independiente no es más que un recorte en la agenda cultural ya existente, la foto de una semana, un instante en el que se logra trascender los esfuerzos individuales, realizarlos de manera colectiva y avanzar en la reinstalación definitiva del tango como potencia creadora de la cultura porteña”. Quizás en la puesta en práctica de esa propuesta radica la comparación abierta que se ha instalado desde la primera edición del Festival Independiente, el año pasado: se lo menciona como “el Contrafestival de Tango de Buenos Aires”. “La verdad, a la hora de imaginarlo no partimos de la base de una dicotomía”, aclara Germán Marcos, productor, periodista, conductor de Fractura Expuesta (que va los jueves a las 22.30 por AM 530 La Voz de las Madres), y uno de los organizadores del encuentro. “Creemos que existen cosas que hay que llevar a cabo, políticas culturales o iniciativas casi de sentido común con herramientas de difusión, que no dejan de ser políticas culturales, y que no se ejecutan desde el Gobierno de la Ciudad. Lo que hicimos, simplemente, son cosas que desde la gestión de la ciudad no se hacen. Por eso nos terminamos posicionando como un ‘contrafestival’.”
“El gobierno de Macri entiende el tango sólo en términos utilitarios y eso es claro en su propuesta de cultura –sigue Marcos–. Nosotros no estamos en contra del tango for export, pero creemos que también hay que alimentar un vínculo con las nuevas generaciones, o pensar en las condiciones laborales de los artistas, por ejemplo. Cuando uno va a peticionar esas cosas ‘como ciudadano que paga sus impuestos’, le dicen que no hay plata. ¡Y después, por otro lado, el Gobierno de la Ciudad sale a jactarse de la cantidad de plata que genera el tango!”
Algunos todavía recuerdan la desafortunada frase que largó Mauricio Macri en la presentación del festival oficial de tango de la ciudad: “El tango es la soja porteña”, repitió entonces el jefe de Gobierno. Su gente de prensa borró prolijamente la metáfora en las gacetillas posteriores, pero los muchachos de Fractura Expuesta dejaron abierto el planteo que hicieron entonces: si esto es soja, queremos retenciones. Esto es, que algo de toda esa ganancia vuelva para retroalimentar el circuito creativo del tango contemporáneo. Y que florezca en todo tipo de cultivos melódicos, como los que sonarán durante los próximos nueve días de tango
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