Los trabajadores del frigorífico El Látigo, que cerró sus puertas hace un año en Florencio Varela, siguen en pie de lucha y se resignan a perder su fuente de trabajo. En este sentido, los 300 despedidos tras el cierre del establecimiento de la Avenida Novak siguen esperando respuestas ante la promesa de recuperar el histórico establecimiento de faena.
La quiebra de la empresa de la familia Gargiulo se determinó en el mes de mayo, tras 60 años de trabajo en tierras varelenses, meses después de que se lanzara la propuesta de recuperar el espacio.
En un primer momento se habló de un frigorífico de la zona de Gorina en La Plata, luego de la posibilidad de municipalizarlo y ahora aparece la chance de empezar a trabajar mediante una cooperativa
Al cumplirse el año de cierre, los trabajadores que vienen reclamando la reapertura del lugar, decidieron realizar un corte frente al edificio abandonado a la espera de una respuesta en torno a la posibilidad de la reapertura.
La gran preocupación de los trabajadores fue el corte en los servicios y algunos robos que se dan en el predio por la situación de abandono que existe en el lugar, que alguna vez supo exportar y ser una industria floreciente.
Ya caída la idea de un "matadero municipal" y la posibilidad de inversores, la salida parece estar en las puertas de una cooperativa.
En las ultimas horas personal del municipio de Varela se hizo presente en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social para inscribir una cooperativa conformada por los trabajadores que quedaron a la deriva tras el cierre y a partir de ahí empezar a producir, con el objetivo de insertar los cortes de El Látigo en el marco del Programa Carne para Todos que auspicia la Secretaría de Comercio Interior que comanda Guillermo Moreno.
¿Y Finexcor?
En este término, otra de las empresas que se mencionaban para formar parte del Carne Para Todos es la bernalense Finexcor.
La industria, ubicada en Camino General Belgrano y Monteverde, sería vendida por el grupo Cargill así como su sucursal en Santa Fé. La planta de Nelson será operada por Friar, de la aceitera Vicentín, mientras que en la de Bernal se hablaba de la llegada del grupo brasileño Quickfood, aunque desde el estado se estaría alentando la de Carlos Riusech (dueño de frigorífico Gorina); Hugo Borrell (Arre Beef); Omar Solassi (Ecocarnes); y Jorge Genés (Villa Olga y otras plantas).
Según se especula la intención del propio Guillermo Moreno es que la manejen estos empresarios para fomentar el mercado interno y lograr reproducir los cortes a precios módicos del programa del gobierno nacional, desestimando así las labores de Cargill que utilizaba la planta como una herramienta de exportación.
El Sol - Quilmes
lunes, 25 de julio de 2011
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