Un crédito que apuesta al futuro

Son vecinos de Florencio Varela que se propusieron una meta: el desafío del negocio propio. En el distrito la cifra asciende a 200 microempresarios que se animaron a competir en los distintos mercados bajo la impronta del proyecto independiente. Con la ayuda de los microcréditos del Banco Provincia, ya se transformaron en un ejemplo de perseverancia y de creer que el éxito es posible.
Las historias se multiplican por cientos en Florencio Varela y ya son miles en toda la provincia de Buenos Aires. Son vecinos, emprendedores; empresarios que apostaron por diseñar su propio destino y que vieron en sus sueños el reflejo de un futuro mejor. Estas familias, gracias a su perseverancia e ingenio, generaron trabajo y bienestar para sus allegados.

Pero en esa empresa no están ni estuvieron solos. El gran apoyo de este entusiasmo, se sustenta en el Banco de la Provincia de Buenos Aires, que por iniciativa del gobernador Daniel Scioli, apuntaló las ilusiones de estos miles de trabajadores independientes en territorio bonaerense, a través de la banca de microcréditos.

Hoy, a raíz de esa apuesta sólo en Varela más de 200 vecinos optaron por adquirir préstamos por más de 715 mil pesos y lograron multiplicar sus esperanzas, sus expectativas, que se expusieron públicamente el martes por la tarde en la sucursal número 5114 del Banco ubicada en Monteagudo 96 de dicha ciudad. Fue allí donde también Guillermo Francos, presidente de la entidad, agasajó a cada uno de ellos por sus iniciativas.



PASOS DE GIGANTES

Con el programa denominado Microempresas de la banca pública bonaerense, las ilusiones surgieron de repente. Así lo había imaginado Norma Cunial, una vecina del barrio La Capilla que logró con mucho esfuerzo alcanzar sus aspiraciones. Y así fue que ella junto a su familia, cementaron su trabajo independiente con tesón y coraje de nunca verse fracasados. ¨Gracias al crédito pudimos levantarnos y comenzar a caminar.

Estamos muy felices de haber plasmado nuestros anhelos en nuestro negocio que funciona muy bien. Cada uno de nosotros traemos una historia que los chicos del Banco han sabido escuchar con mucha atención. Ellos estuvieron con nosotros, en nuestras vidas, en nuestras casas, eso le da un valor agregado muy importante¨, simplificó Cunial.

En la misma sintonía, Bonifacio Esquivel del barrio 9 de Julio, emprendió el mejor de los viajes: la puesta en marcha del negocio propio. ¨Una tarde caminaba por la peatonal Monteagudo y los chicos del Banco me ofrecieron un crédito con mínimos requisitos. Mientras los escuchaba atentamente ya imaginaba un futuro mejor. Hoy estoy ampliando la construcción de un par de cabañitas para alquilarlas en temporada y trabajar en su administración y disfrutar de ese trabajo junto a mi madre¨, explicó el vecino.



CAMBIAR PARA BIEN

Las historias se entrelazan en una sola. Todos los nuevos emprendedores saben que la tranquilidad que les da la autonomía que hoy lograron tiene un valor incalculable en sus vidas. La estabilidad económica, los altos índices de consumo interno y las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, son por cierto parte del éxito que ostentan con dignidad y orgullo de ser trabajadores.

En el caso de Cunial, fue la primera emprendedora que se acercó hasta la sucursal del Banco Provincia de Florencio Varela, para solicitar el crédito Microempresas. Llegó a la ceremonia de presentación de los microemprendedores de la mano de su esposo e hijos Y se la notó muy emocionada con el entorno que la esperaba dentro de la sucursal bancaria. Hubo aplausos para ella. Para todos.

La mujer contó a este medio que ¨la rutina de tener que viajar todos los días hasta la Capital Federal para trabajar me acobardó desde el momento en que terminé el secundario. Decidí independizarme y puse un almacén muy chiquito en mi barrio¨. De inmediato sus ojos apuntaron hacia el techo y como buscando a alguien que acompañe, recuerde y asienta su relato confesó: ¨En esos días, hace diez años, todo era cuesta arriba. Comencé con una balanza, heladera y una cortadora de fiambres prestadas. Fue realmente empezar desde cero y todo pulmón. Hoy el negocio nos permite como a otros depender de nuestros esfuerzos y vivir dignamente¨. Y más adelante recordó que ¨teníamos el espacio y nos faltaba mercadería. De esta manera obtuve tranquilidad, trabajamos en familia. Poder contar mí historia luego de la crisis del 2001, es algo que, en esos momentos, parecía impensado porque la expectativa era oscura para los microempresarios. Realmente creí que nos eliminaban¨.



ABANDONAR, NUNCA

Por su parte, Esquivel no dejó de comentar con orgullo sus logros y aseguró que la perseverancia y el mirar hacia adelante son parte de los valores que le inculcaron sus padres. ¨En la vida hay que proponerse cosas que a uno lo hagan feliz. Luchar por los sueños hasta alcanzarlos, también construye honestidad y confianza. Son cosas que forman parte de la vida y parte de eso lo aprendemos en nuestras casas¨, precisó.

También fue importante para los nuevos microempresarios, rescatar la buena predisposición del Banco Provincia en apostar a los emprendedores. ¨Necesitábamos que alguien confiara en nuestra palabra y el Banco así lo hizo con nosotros. Les estoy muy agradecida¨, indicó Cunial visiblemente emocionada frente a las autoridades de la entidad y el público.



LOS RUBROS PREFERIDOS

Algunas lagrimas también embargaron a la asistente Comercial, Jésica Paredes y a los ejecutivos Comerciales, Nicolás Minasi y Martín Valentín. Los jóvenes trabajadores vivieron su momento emotivo cuando les tocó mencionar las historias de cada uno de los emprendedores varelenses. ¨Realmente los queremos mucho a todos. Los conocemos y sabemos cuanto trabajan para llevar adelante sus emprendimientos¨, señalaron.

Entre los caminos que tomaron los nuevos empresarios, se puede decir que los rubros son muy variados: venta ambulante, medios de comunicación, inmobiliario, prendas de vestir, marroquinería, carnicería, deliberys de comida, accesorios para bebés, service de TV y otros cientos, al igual que cada nueva ilusión.