martes, 18 de mayo de 2010

“Varela tiene muy buenos jugadores en las ligas infantiles”


Donde hay una pelota, hay un niño. Donde hay un niño con un fútbol rodando, hay miles de sueños e ilusiones. Sergio Zapatilla Sánchez, sabe de deseos cumplidos a través del deporte. Fue jugador en Boca Juniors, estuvo en Alemania y Ecuador y se convirtió en ídolo del Halcón de Varela a base de piques y diagonales.
En el 2006 jugó su último partido profesional y desde entonces emprendió la tarea de “enseñar el oficio” a los más chicos. Primero fue en el club Zeballos, donde su escuelita reunió a 90 chicos haciéndole caricias a la redonda. Desde el año pasado, es el coordinador de las divisiones infantiles de Defensa y Justicia.

“Soy feliz trabajando con los chicos”. Esta es la frase que bien podría ser utilizada como tarjeta de presentación. “Me gusta hacerlo porque me llena” reafirma la idea mientras observa la práctica de los pibes en el amplio predio del club en Bosques. No camina, mira. Se mueve al compás de una pared frente al arco contrario buscando en cada chico lo mejor. Un golazo. “Tenemos muy buenos jugadores y un futuro alentador”, dice Sánchez y se toma el tiempo para revertir una idea que califica de errónea en el mundo del fútbol infantil local. “Muchos técnicos de los clubes de las ligas les dicen a los pibes que no los fichen en Defensa porque después no le dan el pase. Nosotros decimos que eso no es así, que vengan y se prueben que acá hay técnicos y profesores de primer nivel”.

La relación de los técnicos con los padres es uno de los mayores conflictos en el fútbol infantil. Así lo confirma también Sánchez, quien argumenta con una idea superadora. “Yo les explico a los padres que con el sólo hecho de venir a practicar, los chicos ya están bien. Los sacamos de la calle. Después de la escuela vienen a hacer deporte. Con disciplina, con esfuerzo. Estar en el equipo titular es muy bueno, claro, pero lo importante es lo que hacemos con los chicos” dice. Sin embargo, admite que los viernes, día que dan la formación que jugará el domingo, es un día “complicado”. Incluso, el furor de los padres lleva a discusiones estériles con el técnico. “pero es así” dice Sánchez.

Antes de terminar con la entrevista, Zapatilla nos lleva al quincho del predio de Defensa y Justicia en Bosques. Allí los niños que recién corrían detrás del balón conversan amigablemente en torno a la mesa servida para la merienda. Sánchez ha logrado que tres sponsors locales les “banque” la merienda para unos 200 chicos. Y a él, con ese proyecto, se lo ve cómo si hubiera metido un gol de media cancha.

Historial que comenzó en una cancha de Brasil

Antes de ser “Zapatilla” era simplemente Sergio Sánchez. Así, a principios de los 90, surgió como delantero en Boca Juniors. Fue en ese club donde se ganó el apodo que sin dudas ahora lo definirá hasta el fin de su vida. “En esos años Boca practicaba en una cancha de tierra. No era lo que es hoy. Entonces fuimos a jugar a Brasil. La cancha tenía un pasto espectacular y yo jugué en zapatillas, desde ahí empezaron a llamarme así y quedó para siempre”.

De Boca pasó a Ferro en los años 95/96. Allí, según el historial, disputó 26 partidos. Para el Apertura ‘96 pasó a Banfield y cerró su campaña en la A.

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