lunes, 22 de agosto de 2011

Las primarias terminaron con el mito de los barones del Conurbano


El escenario que se generó en las elecciones legislativas de 2009, donde en casi todos los distritos hubo corte de boleta en desmedro del Frente para la Victoria, quedó atrás. En Avellaneda, Jorge Ferraresi sacó un digno 43,95%, en tanto que Cristina se llevó un 51,4% de los votos. Lo mismo pasó en Florencio Varela, donde el histórico Julio Pereyra sacó un 42,5% y Cristina arrasó con un 71,6%. Al noroeste, en San Martín, Daniel Ivoskus arañó un 27,32% y Cristina logró un 50,11%. En Ituzaingó, Alberto Descalzo sacó un 36,67% y la presidenta el 49,74%. Estos números evidencian una decisión clara del votante al momento de meter la boleta en el sobre. Cristina sí, el intendente, no tanto.


Antes de los comicios del domingo se especulaba con la rabieta de los intendentes que “mandarían” a cortar boleta por el disgusto en el armado de las listas de candidatos. La presidenta les sacó una amplia ventaja a todos.
Uno de los fantasmas que las primarias terminaron de espantar es el poder casi determinante que se les adjudicaba a los intendentes del Conurbano. Si bien casi todos reafirmaron su candidatura sacaron en promedio casi un 30% menos que Cristina Fernández. Otro de los mitos enterrados el domingo pasado es el voto de las ciudades y pueblos y agropecuarios, donde el kirchnerismo ganó a nivel local y nacional y desató la rabieta de Hugo Biolcati.


ElArgentino.com

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