Otra vez los vecinos del barrio Presidente Perón de Florencio Varela sienten la discriminación frente a ellos. Desde hace cuatro meses, la empresa de colectivos 324, cuyos ramales 501 y 504 ingresaban al vecindario dejó de hacerlo. Los pobladores hartos de la manipulación de la empresa, reclaman una solución. Los choferes denuncian ser víctimas de hechos vandálicos pero la comisaría ya les aseguró la seguridad para las unidades de transporte.
Graciela y su hija caminan todos los días nueve cuadras para ir a sus respectivos trabajos. No ocurre en la zona rural, sino en un barrio donde conviven más de 10 mil habitantes y a sólo unos metros de la Ruta 2. El Presidente Perón, más conocido como Pepsi en Florencio Varela. La situación no es nueva, hace cuatro meses que los pobladores de esa enorme barriada vienen padeciendo la actitud de una empresa que – dicen – los discrimina.
La empresa Primera Junta, concesionaria del ramal 501 y 504, decidió en forma arbitraria modificar su recorrido. Argumentó supuestos hechos delictivos contra las unidades de transporte de colectivos y borró de un plumazo al barrio del recorrido. Los pobladores ponen el grito en el cielo y cansados de exigir a la empresa que respete el piso para el cuál se le dio la concesión, elevaron su protesta a Infosur para que “alguien escuche sus reclamos”.
Según relatan los vecinos todo se habría iniciado cuatro meses atrás, cuando un chófer de la línea 324, denunció un hecho de vandalismo contra un colectivo, y desde ese momento, por decisión de la empresa, los micros dejaron de ingresar al barrio. No es la primera vez que la empresa toma esta actitud. Ya en el año 2008 los vecinos denunciaron el mismo padecimiento por varias semanas. Luego de una publicación de Infosur se vieron obligados a respetar el contrato.
DISCRIMINADOS
En el barrio no dudan un instante al describir la situación que padecen. La califican de un acto de discriminación empresaria. Aunque no niegan que existen hechos delictivos aclaran que es “obligación de la empresa prestar el servicio para el cuál fue creado el ramal”.
“Si bien es cierto que un chico le tiró una piedra a un parabrisas, fue solamente esa vez y desde entonces, quedamos con la comisaría que iban a controlar la seguridad. Pero el problema es que la empresa decidió cambiar el recorrido y retirar directamente la parada del barrio dijo Mabel, una vecina de hace casi 30 años en la zona.
Largas cuadras, aseguran deben caminar para salir del barrio y tomar un colectivo que los lleve rumbo al centro de Florencio Varela, o hacia el Hospital Mi Pueblo, nos preocupa esta situación porque hay mucha gente mayor, discapacitada o que se desplaza con dificultad y que tienen que caminar casi diez cuadras para tomar el colectivo” relata la vecina Adriana. Y aclara que “muchos necesitan tomar este transporte porque son derivados desde la unidad sanitaria al hospital de Varela y realmente se hace más difícil porque algunos hasta tienen que tomarse un remís para llegar a la ruta, por donde pasa ahora sentencia.
FIRMAS
Los vecinos están hartos de esta situación y piden que “si la empresa no puede hacer el trabajo que renuncie a hacerlo y otra compañía pueda hacer el recorrido”. En ese marco, los vecinos ya juntaron más de 2500 firmas que van a presentar al Concejo Deliberante y a la Dirección de Tránsito de la comuna para que “hagan respetar el recorrido”. En el mismo orden, entablaron un diálogo con la comisaría para que les brinde seguridad en la zona, intentando evitar hechos de vandalismo contra los colectivos.
El barrio Presidente Perón, es conocido por todos como la Pepsi, dado a que en la década del 80, se instaló la empresa de gaseosas de dicho nombre. La marca de bebidas brindaba una fuente laboral importante a los pobladores locales, lo que se redujo al cerrarse esa industria. Está ubicado en el KM 31,500 de la ruta provincial Nº 36.
Desde el año 2007, la empresa 324, obtuvo la concesión de los ramales 501 (Estación Varela – La Rotonda) y 504 (Estación Sourigues – Estación Varela), ambos servicios ingresaban en el vecindario y los trasladaba hacia el Hospital Mi Pueblo y hacia el centro de la localidad, pero desde hace cuatro meses los choferes y la empresa decidieron cambiar su recorrido, y no ingresar al vecindario, dejando abandonados a los pobladores de la Pepsi.
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