La mano arrugada de María no puede esconder una factura de luz recién pagada. “Y si, es una tentación”, dice con una sonrisa pícara mientras acomoda en la otra mano la bolsita de los mandados. ¿A quién se le puede ocurrir meter a una anciana en las jaulas de los leones? Parece insólito, pero cuando se trata del Bingo de Florencio Varela, todo es posible.
“Sacá tus facturas de la heladera. Traelas al bingo”, así es la promoción que en las redes sociales se viralizó en las últimas horas de su casa hermana de juegos de azar, el Bingo de Avellaneda. Ambos pertenecen al polémico grupo AGG, que ya había burlado la ley antitabaco fingiendo un club de fumadores para echar humo mientras se juega en un lugar especial.
A raíz de esta novedad, el diputado provincial del GEN, Marcelo Díaz presentó un proyecto pidiendo informes al Gobierno Provincial ante la instalación de la empresa de cobranzas dentro de los bingos. El diputado Díaz aseguró que “si fue el Instituto de Loterías y Casinos quien autorizó la instalación, debe tratarse de un error, porque eso se contradice con el ‘Programa de prevención y asistencia al juego compulsivo'”. Además, expresó que “es un contrasentido propiciar por un lado la orden de sacar los cajeros automáticos, como se hizo en 2007, y por otro instalar sucursales de una compañía de transferencias electrónicas en las salas de juego de Avellaneda y de Florencio Varela, porque el manejo continuo de dinero que genera un Pago Fácil da al apostador más posibilidades de contar con dinero en efectivo , ya sea por recepción directa de un envío de efectivo o por el canje de una tarjeta prepaga de apuestas on line, o por disponer para el juego del dinero que estaba destinado a realizar los pagos suyos o de su familia”.
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