Más tarde que temprano tenía que pasar. Y el hecho de haber pasado, marca sin lugar a dudas un amplio descrédito y desmanejo en su concepción. Otorgar el premio San Juan Bautista a una entidad local en dos oportunidades, demuestra a las claras dos cosas: Que ya no hay postulados para tan digno galardón o que ya todo se hace a dedo.
En nuestra columna de Cara & Ceca del viernes pasado dimos alguna pista de los hechos que marcaban la edición Nº 20, pues la primera fue en 1997, de los Premios San Juan Bautista.
El viernes manifestamos que no se dieron a conocer los ganadores a la prensa local. Fue todo en silencio y con un acto de entrega de estatuillas en el salón Nago, en la tarde-noche del jueves. Ese mismo jueves al mediodía se había realizado un encuentro con los premiados en las instalaciones del Museo local. Allí hubo un ágape cerrado. Ni a las autoridades de la casa invitaron a pasar los organizadores. A estos eventos se invitaba a la prensa local para que tome contacto con los premiados. No fue así. Las autoridades no invitaron a la prensa. Una joven se presentó como la encargada de prensa del área de Cultura y entregó a este diario, a regañadientes, una cartilla con los nombres de los premiados. Allí estaba el grosero error, de haber premiado a la Asociación Japonesa en el rubro "Labor Comunitaria y/o Solidaria Institucional", cuando ya había recibido el premio en el año 2000. Algún día tenía que pasar y pasó por el desmanejo que tiene la organización. La joven de prensa, que ni los mail de los medios locales tiene, requirió a nuestro diario y al semanario colega que nos acompañaba, sus correos electrónicos para enviar información, la que al cierre de esta edición aún no llegó. La joven, sacándose de encima el cuestionamiento de la no información a la prensa de los premiados, dijo: "Yo le envié a prensa de la Municipalidad la lista de los premiados ayer a la tarde" por el miércoles. Joven, un sano consejo: Renuncie a su cargo pues usted nos faltó a la verdad. Nunca entregó la lista y cuando lo hizo ya era tarde.
Este diario ha insistido en estos años con varios artículos que uno los incentivos necesarios para que el premio se mantenga vivo, es año tras año revisar lo que ha quedado en el tintero de la compulsa anterior. Es decír: hacer competir a quienes podrían haber llagado al galardón pero que no lo lograron por una ínfima diferencia en los puntajes. No se debe enviar a la papelera de reciclaje todo aquel curriculum que marque la diferencia. En esta ocasión se han entregado menciones a personas que competían solas, sin otro curriculum como para evaluar. Esto marca el fracaso de la convocatoria y lleva a pensar que para llenar casilleros se ponen a los amigos. Para hacer las cosas asi, que no se haga nada.
En el caso que nos ocupa, el premio doble del jueves no se entregó por obra y gracia de la participación activa de un colega local que minutos antes de que se iniciara el acto de premiación se presentó en el Salon Nago para alertar que la Asociación Japonesa había sido premiada en el año 2000. Una vergüenza total. No hay registro de nada para evitar que estas cosas sucedan. A la papelera de reciclaje fue sin dudas el curriculum de un diácono local, presentado el año pasado por Varela al Día, que bien podría haber competido en "Labor Comunitaria y/o Solidaria Institucional". El diácono lleva a cabo desde hace 20 años una increíble obra solidaria en su Capilla, dándole de comer a chicos humildes de la zona sur del partido. Con su moto, ya vieja, el servidor de Dios todos los días, con lluvia, frío y calor, sale a buscar la donaciones para atender a los pequeños. ¿Qué pasó con ese curriculum? La comisión debe dar una respuesta. Como no tenían a otro competidor, le otorgaron el premio doble a la Asociación Japonesa, cuyas autoridades deberían haber alertado, además, que ya habían recibido el presente cuando comenzaba el Siglo. Uno de los primeros premiados con el San Juan Bautista aquella noche de Junio de 1977, del debut de la estatuilla, fue Don Alberto Castillo, quien hizo célebre "Siga el baile, siga el Baile…"
M.L
Varela al Día
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