domingo, 26 de junio de 2016

El barrio se unió para cumplirle el sueño de tener su fiesta de 15


Feliz. Ayelén junto a la mesa de suvenires y con el vestido de princesa que tanto soñó.

Cruzada solidaria en Varela.
Ayelén Acevedo tuvo una infancia muy dura, pero gracias a una iniciativa de su madre en Facebook y la respuesta de los vecinos, 
pudo celebrar su cumple. 
"Me sentí una princesa”. Así es como describe Ayelén Acevedo el momento cuando escuchó la canción que indicó la entrada triunfal a su fiesta de 15 años que tanto soñó y que se realizó el sábado en la casa de Adriano Reyes, un vecino de Villa Hudson, Florencio Varela. Hace tres meses, nunca imaginó siquiera que iba a poder apagar las velitas de una torta. Pero la unión hacer la fuerza y un mensaje de su madre publicado en Facebook provocó una cruzada solidaria de los vecinos y finalmente culminó en la noche soñada.

Feliz. Ayelén junto a la mesa de suvenires y con el vestido de princesa que tanto soñó.
La historia de Ayelén no fue fácil en su niñez. Fue víctima de maltrato por parte de su padre y vivió momentos de angustia junto a su madre. Pero ambas salieron adelante y por eso el cumple fue como un bálsamo ante el padecimiento. “Estoy más que agradecida”, cuenta ella humildemente con los ojos de lágrimas.

Más de 500 “likes” fueron suficientes para que la gente del barrio se uniera por una buena causa y demostrara que con esfuerzo y solidaridad todo es posible. “Ella nunca me pidió nada porque no me quería molestar y sabía que salía mucha plata. Empecé a buscar precios de algunas cosas y todo era muy caro, no podía pagar tanto. Entonces se me ocurrió publicarlo en la página de la red social que se llama ‘Reclamos Varelenses’, pero nunca pensé que iba a recibir tal respuesta por parte de la gente y menos tan rápido”, admite sorprendida la madre, Luján Acevedo (32). Y agrega: “A los pocos minutos me empezaron a llegar mensajes privados de muchos que querían colaborar: desde los suvenires hasta vestidos, zapatos y shows”.

De pocas palabras, más bien tímida, pero a la vez muy dulce y con la inocencia que la caracteriza a su edad, Ayelén asegura que ella no sabía mucho de lo que estaba tramando la mamá. “Manejó todo y no me contaba muchas cosas. Me gustó mucho cuando me arreglaban, me sentía famosa”, admite con una sonrisa.

El maestro de ceremonia fue un vecino de Villa Argentina al que conocen como “Ale Magia”. Se puso al hombro la fiesta y animó con su espectáculo a los 50 invitados. “A mí me gusta ayudar y si puedo hacerlo con mis condiciones, mejor todavía. Estuvo todo muy lindo”, cuenta el mago. Otro de los vecinos que aportó su granito de arena fue Adriano Reyes, quien ayudó con el maquillaje y puso su casa para la fiesta. Según sus amigos, Ayelén deseaba tener su propio vestido. “Quería que mínimamente tuviera lo que añoró desde chica. Lo tuvo gracias a una vecina que se llama Lili, quien lo confeccionó”, revela Luján.

Con los vecinos. Ayelén posa junto a quienes tanto la quieren en el barrio y ayudaron para su fiesta.
Pese a su ojos aniñados, Ayelén pasó junto a su madre momentos muy difíciles. “Fueron situaciones duras. Me separé de su padre por violencia de género. Me pegaba a mí, pero también a ella”, admite quebrada Luján, quien asegura que en ese tiempo su hija se puso las cosas de la casa al hombro. “Se hizo cargo de la limpieza y me alentaba. Por eso, ella se merecía esta fiesta. Fue una recompensa, porque pese a todo, el sueño se hizo realidad”, destaca.

Clarín Zonales

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