domingo, 29 de junio de 2014

SE SIENTEN OLVIDADOS



Los vecinos afincados en El Rocío II, los vecinos, están cansados de soportar hechos de inseguridad a toda hora y que se aneguen a menudo apenas llueve, pese a que la mayoría de las calles son de tierra.
Una mujer, madre de siete hijos, reveló que “en mi casa ya me entraron a robar tres veces. Acá no hay seguridad de ningún tipo”. “¿Tendremos que esperar que maten a alguna criatura para que nos manden más vigilancia a esta zona?”, se preguntó la mujer.

Otra vecina agregó que “estamos cansados todos los vecinos de enviar y presentar notas en la Municipalidad de Varela, pero nunca nos dan una respuesta o solución adecuada”
Cerca de allí están las llamadas “vías muertas” del ex ferrocarril Provincial, donde la altura de los pastizales es notoria. Cerca de allí hay –o había, realmente- una plaza, que también fue víctima de los ladrones. “Acá se robaron todas las cosas, incluso las lámparas de la luz, que había en la placita”, contó, “es una vergüenza”. Ese predio está delimitado por las calles Concordia, Tandil, Chascomús y otras aledañas. En esa otrora placita sólo quedan dos bancos, un mástil y un subibaja, y los esqueletos de las hamacas. “Se robaron todo”, dijo la frentista, y “tampoco cortan los pastizales”.
“Mire, mis hijos corren permanente peligro, y ni siquiera les puedo decir que vayan a ir a comprar algo a algún negocio, porque tengo miedo que les peguen y roben”, señaló la mujer.
A ese barrio de gente trabajadora se ingresa desde Av. Luján y Tandil, y a apenas 2 cuadras se observa el deplorable estado de la zona, donde el lodo chirle sienta sus reales y hace intransitables las arterias que van hacia la cercana tosquera. Otra de las falencias es que carecen de un adecuado alumbrado público y otro problema consiste en que inadaptados arrojan en forma continua todo tipo de residuos. “Los recolectores pasan de vez en cuando”, agregó la vecina.
Tampoco ingresan al barrio remises o ambulancias para atender o trasladar a personas enfermas, “porque no pueden entrar por el mal estado de las calles”, dijo.
CARRITOS Y DROGAS
En el vecindario, los humildes pobladores señalaron que es permanente el ingreso de carritos cartoneros, desde donde se tiran todo tipo de desperdicios no reciclables. “Otro grave problema es que los pibes se juntan en el descampado para consumir todo tipo de drogas”, resumió otro habitante de El Rocío II, “y a nadie parece preocuparle que estos chicos se droguen, policía incluida”. “Del municipio por acá no vienen nunca a ver el estado de la barriada”, expresó.

La Colmena en Red

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