jueves, 26 de junio de 2014

Suspendieron el remate del zoológico: es por el juicio civil por la muerte de Melisa Casco

Parecía que lo sabían. Más tarde que temprano la Justicia podría caer sobre sus espaldas. Todos sospechan que por eso, el predio donde funciona el zoológico de Varela, hace tiempo que no paga las tasas municipales, ni los impuestos provinciales y, ni siquiera, el servicio que le presta ABSA. Al menos eso podría deducirse del edicto judicial que publicó Varela al Día y que ordenaba el remate del terreno con las correspondientes deudas hasta fechas cercanas. Finalmente, el remate fue suspendido por el tribunal luego de una presentación que realizaran los abogados de la familia de Melisa Casco, la joven víctima del brutal ataque de un oso hormiguero llamado “Ramón” en abril del 2007.


“Agréguese y atento las constancias de autos, siendo exacto lo expuesto, suspéndese el remate ordenado en autos, y con fecha designada a fs. 473. haciendo saber el depósito efectuado.- Notifíquese a las partes y al martillero con carácter de URGENTE.-“, dice la decisión judicial del Tribunal 1 de Trabajo de Quilmes, el mismo que había dispuesto para este miércoles el remate.
A decir verdad, todo es confuso. En principio, el juicio laboral por el cual se ordenaba el remate corresponde a una causa por despido laboral y que iniciara quien fuera hasta el 2006 uno de los delegados de la empresa Visión Sur S. A. la empresa de televisión por cable de Florencio Varela. No obstante esa situación, la Justicia ordena el remate sobre el predio donde funciona el zoológico, que también pertenece a Santiago Quagliata, dueño de la operadora televisiva y padre de Claudio, propietario del zoológico y condenado por la justicia penal recientemente.
Aparentemente, existiría un contrato de locación entre empresas, quedando el terreno en propiedad de Santiago y toda la estructura del zoológico perteneciente a Claudio. Esto es lo que la Justicia ahora deberá investigar para destrabar el cobro de dos juicios, uno laboral y otro por la muerte de una joven de apenas 19 años.
Atrás quedaron los tiempos en los que Santiago Quagliata regenteaba el único cableoperador de la zona, el mismo que, según los más cercanos, apostaba al negocio del fútbol y manejaba con inteligencia un club amateur que salió campeón varias veces en la liga platense. Atrás también quedaron las épocas en que el zoológico aparecía cotidianamente en canales de televisión y se convertía la atracción de toda la zona.
LA CONDENA
“Quedó comprobado que Melisa no tenía los medios necesarios para su seguridad”, dijo el padre de Melisa, Eduardo Casco, que a mediados de abril escuchó en los Tribunales del Departamento Judicial Quilmes la condena para el dueño del zoo donde trabajaba su hija hace 7 años. Claudio Quagliata, que además de dirigir el zoo de Florencio Varela formaba parte del “Proyecto conservación oso hormiguero gigante”, fue condenado a tres años de prisión en suspenso y siete años de inhabilitación para ejercer su cargo.
La muerte de Melisa fue en 2007, cuando entró a una jaula para darle de comer a un oso hormiguero llamado “Ramón”. Según la reconstrucción, el oso se le paró a Melisa en dos patas, la abrazó y le perforó los pulmones. La joven estuvo dos días en agonía en el Hospital Evita de Berazategui y antes de morir le tuvieron que amputar las dos piernas.
El juicio fue rápido: en dos semanas la jueza del Tribunal Oral N°1, Marcela Vissio, escuchó a quince testigos y definió la sentencia. “Estamos conformes con el resultado ya que era lo máximo que se podía pedir en los parámetros de acusación. A Quagliata se lo acusó de homicidio culposo, y como es excarcelable no tiene sentido pedir más”, dijo el papá de Melisa, un hombre que a partir de atravesar el juicio de su hija se familiarizó con la terminología del código penal.
Cecilia Diminich es una bióloga que trabajó en el zoo hasta pocos meses antes de la muerte de Melisa. “Yo sufrí los ataques del oso y sabía de su carácter agresivo, porque a mí también me había atacado. Un día dije basta. Había hablado con el encargado de la fundación en Argentina y varias veces con Quagliatta. Pero de ninguno recibí soluciones así que decidí irme por mi vida”, dijo a Infojus Noticias Diminich.
Según el padre de Melisa, ella había decidido terminar el mes de trabajo y renunciar. “Todos los días volvía con las zapatillas mojadas, por eso le había comprado un par de botas de caña para que por lo menos trabajara un poquito mejor. El oso ya la había atacado y ella se había defendido con un palo secador. No tenía handie, la encontraron de casualidad porque escucharon sus gritos”, dijo Eduardo Casco.
El oso que atacó a Melisa pertenece a la especie gigante: pesa casi 100 kilos y mide dos metros de largo. A pesar de su nombre los osos hormigueros no tienen ningún parentesco cercano con los osos, ya que en realidad son “Vermilingua”, un latinismo para los animales de lengua con forma de gusano.
Durante el juicio, el argumento de la defensa de Quagliata fue que Melisa no debiera haber ingresado a la jaula para alimentar al oso, por lo que la responsabiliza de su muerte. “Esa teoría no tiene sentido, porque ella lo alimentaba todos los días y no fue que ese día se le ocurrió darle de comer por antojo. Era una de las tareas que tenía asignada”, dijo Claudio Casco, tío de Melisa.
LA OTRA CONDENA
La subasta del terreno del zoológico estaba prevista para este miércoles, a las 13, en el Colegio de Martilleros de Quilmes e iniciaba con una base de 709.540 pesos, pero fue suspendida por una media cautelar que presentó la familia Casco.
El remate fue ordenado por el Tribunal de Trabajo 1 de Quilmes luego del despido de un trabajador del cable Visión Sur que supo ser delegado gremial de la empresa.

infosur.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario