jueves, 22 de abril de 2010

Graves problemas de transporte

Con la finalización de las vacaciones y el inicio del ciclo lectivo, se agudizaron los problemas de transporte que enfrentan a diario quienes viven en Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. La electrificación de los ramales Plaza Constitución-La Plata y vía circuito de la Línea General Roca (LGR) sigue siendo un proyecto, el autotransporte se ve desbordado y la autopista -que sólo cubre un sector- se satura en las horas pico.


Más allá de algunas obras de menor envergadura, Berazategui, Quilmes y Florencio Varela continúan con la misma red de arterias troncales que hace décadas, pero con mucho más tránsito, por lo que la circulación por ellas se vuelve más complicado.

Proyectos no faltan: alternativamente se habla de construir una autopista en la desactivada traza del ex ferrocarril Provincial -que unía Avellaneda con Florencio Varela y La Plata- o reconstruir la línea ferroviaria, obras que beneficiarían a Solano y Varela. Mientras tanto, lo que hasta la década del ‘70 fue un medio de transporte, se transformó en una franja de terrenos ocupados o usurpados.

Complicaciones en trenes

A propósito del ferrocarril, la región aguarda con expectativa la electrificación de los ramales de la línea Roca que unen Plaza Constitución con Berazategui y La Plata, y Berazategui con Claypole, lo que permitirá reducir los tiempos de viaje, incrementar las frecuencias y un viaje más cómodo, en formaciones con aire acondicionado como las que circulan entre Retiro y Tigre.

Pero por ahora se tienen que conformar con un tren cada 12 minutos en hora pico, que se estira a 15 minutos fuera de ese horario para Don Bosco, Quilmes y Berazategui. Para el ramal Ardigó hay que esperar 24 minutos en hora pico, y 30 minutos fuera de ese horario.

El Talón de Aquiles de este medio de transporte son los accidentes, que son bastante frecuentes, con la consiguiente interrupción del servicio.

Similar panorama en micros

En cuanto al servicio de micros, la existencia de la línea conocida popularmente como “el trucho” que une Constitución con Varela, pone en evidencia que los servicios autorizados por la Secretaría de Transporte no pueden hacer frente a la demanda.

Además, líneas como 98, 148 o 178, con extensos recorridos, carecen de servicios semirápidos, por lo que quienes realizan un viaje prolongado -por ejemplo entre Constitución y Berazategui en el ramal 3 de la línea 98- no tienen otra alternativa que abordar un colectivo que se detiene en todas las paradas del itinerario, separadas entre sí por tres cuadras.

Asimismo, el incremento de usuarios registrado en los últimos años no estuvo acompañado del aumento de las unidades, por lo que cada vez se viaja más incómodo, aún fuera de las horas pico.

Para quienes tienen un automóvil, trasladarse tampoco es sencillo. La finalización de la Autopista Buenos Aires-La Plata significó un gran avance para el sector costero de la región, pero de la mano del incremento del parque automotor, las congestiones se han transformado en una situación cotidiana.

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