Fue el creador de la primera escuela técnica del partido de Florencio Varela. Estuvo por más de 47 años al frente de la parroquia central del distrito. Murió producto de una larga enfermedad
El 14 de marzo de 1966 sonó la campana en la primera escuela técnica de Florencio Varela. El sueño grande del padre Juan Santolín se hacía realidad. Fueron años de trabajo. Antes, se había levantado la escuela primaria parroquial y el jardín de infantes. De esta manera, el párroco de la iglesia San Juan Bautista iba dejando su marca indeleble en Florencio Varela.
El domingo pasado se fue a su vida inmortal. Trabajador, de conversación fácil y afable, también supo ser polémico. ¨Mi vida es la iglesia y a su dogma me apego con amor¨ solía decir en sus largas homilías dominicales.
Murió a los 89 años producto de una larga enfermedad que lo llevó a estar postrado en una cama de terapia intensiva durante casi treinta días. Fueron cientos los jóvenes de esas escuelas que creó quienes le dieron el último adiós terrenal en medio de la conmoción. Su cuerpo fue velado con esa guardia de honor.
Santolín nació en Creazzo, Italia, el 28 de noviembre de 1921. Cinco años más tarde llegaba a la Argentina junto a su madre y siete hermanos. Su papá y otros hermanos habían llegado antes para buscar una mejor vida. Se radicaron en la ciudad de Quilmes, adonde descubrió su vocación sacerdotal. Militó en la Acción Católica, fue monaguillo y tomó su primera comunión en lo que hoy es la Catedral quilmeña.
A los 13 años de edad ingresó al seminario. En La Plata realizó sus estudios de humanidades, filosofía y teología. El 21 de diciembre de 1946 se ordenó sacerdote.
Antes de recalar en Varela adonde se afincó hasta el último día de su vida, Santolín pasó por parroquias de Magdalena, Lomas de Zamora, La Plata, y Wilde.
El 8 de octubre del año 1961 tomaba posesión como administrador parroquial de San Juan Bautista y comenzaba a tejer su mayor obra pastoral con fuerte compromiso con la educación.
Sólo unos meses después comenzaba a funcionar el colegio parroquial. Fue una ardua tarea forjada por el impulso de Santolín y de las Hermanas Franciscanas. En marzo de 1962 se dio comienzo al nivel primario del Colegio San Juan Bautista con dos divisiones y sólo 62 alumnos. Poco después se conformó el jardín de infantes.
¨Tenemos que hacer la escuela secundaria¨ había dicho Santolín a sus fieles. Y se hizo. Fue la primera escuela industrial del distrito por donde pasaron miles de jóvenes.
En Varela Santolín prestó servicios sacerdotales por casi 47 años. ¨Toda una vida¨, solía decir en las tardecitas de primavera cuando se sentaba frente a la escuela, todavía con estilo campechano y saludaba a todo el que pasaba.
Por su larga y meritoria actuación al frente de la Parroquia el 11 de agosto de 1999 fue designado por la Santa Sede ¨Prelado de Honor¨ de Su Santidad el Papa Juan Pablo II.
Gracias a sus gestiones se obtuvo, hace pocos años, la Ley Provincial que designó con el nombre de ¨San Juan Bautista¨ a la ciudad cabecera del Partido de Florencio Varela.
Miembro, en varias oportunidades, del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores de la Diócesis de Quilmes, gozó siempre del aprecio y la amistad de primer Obispo de Quilmes, Mons. Jorge Novak, de su sucesor, el Padre Obispo Luis Stöckler y de sus colegas los demás presbíteros quilmeños.
El 11 de mayo de 2008, día de asunción del Padre Gino Gardenal como su sucesor al frente de la Parroquia San Juan Bautista, pasó a la condición de ¨Párroco emérito¨ y siguió residiendo en la casa parroquial y prestando servicios sacerdotales, a pesar de las limitaciones que el paso de los años y cierto deterioro de su salud le imponían.
Acaso por esas cosas del destino. O de Dios. El obispo de Quilmes, Luis Stöckler ofició la misa por su eterno descanso en la ciudad santa de Galilea, adonde estaba el día de la muerte del cura.
Por la capilla ardiente, levantada en el templo local, desfiló una larga cola de fieles católicos. Entre las autoridades pasaron el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra y su esposa, Natalia Salas. También estuvo Luis Esteban Genoud y funcionarios del municipio.
Juan Santolín, el sacerdote que más tiempo pasó en Varela como párroco dejó la vida terrenal y se fue a la casa grande. Al decir del dolor y el luto de los varelenses, lo hizo con la tarea cumplida.
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