viernes, 16 de abril de 2010

EL CONCEJO AL ROJO VIVO

El tema de mayor importancia y discusión fue la Rendición de Cuentas del Ejercicio 2009 en la primera Sesión Ordinaria del 2009. La oposición manifestó su desaprobación dado que, según alegaron, tuvieron tiempo insuficiente para su revisión.
El concejal Dardo Ottonello argumentó que la Rendición debía realizarse en una Sesión Especial convocada al efecto conforme lo estipula La Ley Orgánica de Municipalidades y la Constitución Provincial. Esta es la piedra en el zapato del oficialismo. El oficialismo tuvo que escuchar alegatos de 6 ediles opositores, de un total de 8, que el año pasado solo alcanzaban a dos. De igual forma aplicaron la mayoría sancionado la Ordenanza del análisis de gastos por mas de 700 millones de pesos, incluyendo dineros nacionales y provinciales. Catorce votos afirmativos, dos negativos y 4 abstenciones.




El botiquín de primeros auxilios del Honorable Concejo Deliberante de Florencio Varela, habrá de incorporar para este año legislativo varias cajas de tranqulizantes de al menos 2 miligramos. Serán los ediles del oficialismo los que agotarán los stocks, semana tras semana. Y no se descartan otras medidas para calmar los nervios de punta que prometen poner, como se vio ayer, los ediles de la oposición en lo que hace al control de lo que se vota.

En un comienzo se atendió al pedido de tratamiento sobre tablas del Concejal Jorge Norberto Arellano, referido a la comunicación donde insta a la empresa de transporte 148 línea H a que cumpla con la resolución sancionada en la sesión ordinaria de noviembre del 2009, relacionada con el recorrido que debe mantener. Este proyecto presentado por el bloque Coalición Cívica fue aprobado por una unanimidad.

También por petición particular se procedió a tratar la modificación de una ordenanza sancionada el año anterior, sobre la reglamentación referida a la utilización de indumentaria para circular en motocicleta, en donde existía un error con los chalecos refractarios que fueron reflectantes.

Se aprobaron además treinta y tres contratos de locación de obras, cinco ceses de pasantes que se incorporaron a la planta permanente municipal, varios contratos de obras con cooperativas, y contratos de obras con empresas que no fueron acompañados por la oposición.

La Sesión Ordinaria de ayer, la primera del año 2010, generó el debut (en realidad regreso) del concejal Dardo Ottonello, destacado abogado varelense, como jefe del bloque del peronismo disidente al que acompaña por la línea de Unión-Pro, el ex intendente Julio Carpinetti. Los dos vienen a sumar a la soledad de Jorge Arellano (CC-ARI) y Alejandro Estupiñan (GEN) que han demostrado desde el arco opositor dar batalla.

La Sesión Ordinaria tenía varios ingredientes extras, antes del tratamiento de los gastos del 2009. El primer cruce feo se gestó cuando se abrieron las consideraciones de los contratos de locación de obra, que no son obras propiamente dichas. Con estos contratos se contrata (valga la redundancia) a profesionales ante la “incompetencia” del área para la cual prestarán servicios. La incompetencia es fundamentaba por el Departamento Ejecutivo. En otras palabras es decir no tenemos gente para este fin y contratamos. Estos contratos no llegan al HCD para ser aprobados y luego llevarse a cabo la contratación del profesional. Llegan con hasta un año de antigüedad del acto administrativo y del pago de los servicios. Ottonello hizo uso de la palabra y todos sabían, saben y sabrán que cuando el abogado habla no pierde detalle para ilustrar lo que va a fundamentar. Y esto pone más que nervioso al oficialismo. Asi que de ahora en más el mozo habrá de servir cafe, agua y el tranquilizante en un platito. Ottonello señaló que casi todos los contratos tenían como destinatarios a profesionales de otros partidos y a ninguno de Florencio Varela. Recomendó que se modifique esta situación en el futuro. Darío D’Aquino lo cruzó feo porque entendió que el abogado estaba tratando de incompetente a los trabajadores municipales. Recordó cuando Ottonello era diputado del Peronismo y en el gobierno de Duhalde se votó una ley que perjudicó y perjudica aún hoy al salario de los municipales. Laura Ravagni, presidenta del Bloque del Frente para la Victoria, acompañó al compañero sindicalista con sus dardos contra el letrado, el que tomaba agua preparando su garguero para la próxima intervención. Ravagni ilustró en qué beneficiaban los contratos al municipio. Habló de obras como las del Parque Industrial. Estupiñan diría más adelante que solo hay “un bonito campo alambrado pero obra, no hay” y le recordó que el contratado era contador. En el aire quedó flotando el interrogante: ¿el municipio no tiene contadores? Ottonello se defendió y negó haber tratado de incompetente a los municipales. Dijo que es el Departamento Ejecutivo el qeu habla de incompetencia. Antonio “Tony” Suárez (oficialista) habló del modelo de crecimiento que ha traído Julio Pereyra al distrito desde 2003 y de la mano de Néstor Kirchner. Dijo que después de Perón el ex presidente fue el más peronista. La afirmación causó cosas. Y cerró diciendo que nunca los gobiernos provinciales y nacionales habían apoyado a Varela como lo hizo Kirchner. La pelota estaba en el área chica y el arquero en el medio campo. Habia que empujarla.

Jorge Arellano (CC.ARI) hizo referencia a los años en que gobernó el peronismo en la provincia y “ahora los propios peronistas se acusan entre ellos”, dijo.

Ottonello volvió a la carga y muchos ediles del oficialismo, los que nunca hablan y hasta alguno se queda dormido, como ayer se pudo ver a las 13 horas, meneaban sus cabezas. Pero por lo bajo había voces y miradas que decían tiene razón. Claro nadie se animaba a decirlo. Ottonelllo no las habría de escuchar porque estaba en la otra punta. A la hora de la votación, las manos de la mayoría se levantaron y se pasó a otros temas.



RENDICION

Era el plato fuerte del día. Más de 250 millones de pesos del presupuesto 2009 y unos 500 millones de aportes del gobierno nacional y provincial para distintas obras. Ese era el monto que había que tratar. Ottonello volvió a pedir la palabra. El presidente del cuerpo negó el pedido por cuanto el bloque oficialista habría de fundamentar el dictamen de mayoría. Ottonello volvió a insistir diciendo que tras lo que él iba a decir cambiaría el eje de la sesión. El presidente, Héctor Salatino, negó la petición y se generó un ida y vuelta hasta que el abogado logró hacer uso de la palabra. A esta altura algunos concejales estaban más molestos que Miguel Angel Pichetto con Julio Cobos en la noche del voto “No positivo” Y Ottonello sacó la Constitución de la Provincia de Buenos Aires para hacer un abanico de artículos y decir: “La Constitución es bien clara para el análisis de los recursos gastados por los municipios. Estos se deben tratar en una Sesión Especial y no en una Sesión Ordinaria. Y por otro lado, tendremos tiempo para poder ver las cuentas, ya que el lunes pasado nos avisaron que los gastos estaban en la contaduría municipal”, dijo el abogado.

La concejal kunkelista Marcela Varela, susurró a su compañera “Pochi” Oviedo: “¡Si siempre lo hicimos asi!”

Claro, el trámite fue normal para muchos, durante estos años, pero la Sesión debe ser Especial y lo dice la Ley. “Lo que está escrito, escrito está”, se escuchó en la barrita, que no llegaba a ser barra. También se le hizo saber luego al abogado que en la reunión de labor parlamentaria no habría expresado lo que acababa de plantear. ¿Se guardó la carta en la manga para poner un freno?

Seguir adelante significaba un proceso nulo para el Tribunal de Cuentas. ¿Y cómo es que el Tribunal de Cuentas sigue analizando rendiciones en sesiones ordinarias? Si alguien lo puede responder...

Tras la opinión de Ottonello hubo una moción de pasar a un cuarto intermedio. Los concejales del oficialismo habrían de hacer las consultas “bien arriba”. Los opositores esperaban en el recinto. De regreso del cuarto intermedio el presidente del Cuerpo puso a consideración de los concejales seguir adelante o pasar el expediente a Comisión para tratalo en una Sesión Especial. La manos oficialistas se levantaron todas las vez. La mayoría había triunfado, como la aposición venció al oficialismo en el senado de la Nación, con el impuesto al cheque, el miércoles y ayer la presidenta Cristina Fernández se quejaba en los medios de haberse violado en el Senado la Constitución.

El concejal Suárez misionó diez minutos de oratoria para cada concejal. Ottonello denunció que se trataba de un acto anticonstitucional y discriminatorio. Recordó que en Presidente Perón, municipio vecino a Varela, ha surgido la idea de sesionar sin debate. También recordó haber escuchado atentamente al intendente en el discurso de apertura de Sesiones Ordinarias por espacio de 40 minutos. “Vino a nuestra casa a hablar y a nosotros ahora nos censura la mayoría oficialista. Esto es de una gravedad absoluta. Qué mejor que hablar cuando las cosas están en orden. Parece que no se quiere hablar de esto. Invitó al concejal Suárez a que de marcha atrás con esto” reclamó el abogado. No hubo marcha atrás. Se quejaron los concejales Caparé, Arellano y Estupiñan, además de Carpinetti cuando hizo uso de la palabra. La sesión avanzó y el bloque oficialista habría de dar a conocer su dictamen favorable a la aprobación de los gastos realizados. El miembro informante fue el concejal Juan Pablo Paz, hijo del ex concejal. El joven, con una ironía fuera de lugar, “gastó” el concejal Estupiñán por golpear el micrófono al no escuchar el parlante. La concejal Ravagni festejó en soledad la humorada. Nada más. Antes de pasar a los números el edil agradeció la buena voluntad del Secretario de Economía para acceder a la información. Muchacho, usted no tiene nada que agradecer, es obligación de los funcionarios dar a conocer en qué se gastan los recursos. ¿Nadie se lo dijo?

“Además dijo que le corresponde al cuerpo el control político de como se gastó el dinero”, disparó luego Ottonelllo y agregó: “Es absolutamente contradictorio que ese control político lo haga el oficialismo. Nosotros, la oposición, somos los que debemos hacer ese control y no podemos hablar. Esta es la otra contradicción. En la primera sesión ordinaria del año, esto es lo que fijamos los concejales: no poder hablar más de 10 minutos en un tema de mucha trascendencia, dijo el abogado.

Los números dieron algo más de 250 millones de pesos, más otros 500 millones que vinieron de la Nación. Suárez dijo que el presupuesto estaba a disposición de los concejales desde el 31 de Marzo. Arellano le recordó que el lunes pasado se enteró de su llegada al Concejo y quienes no le avisaron fueron los concejales del oficialismo. Además el feriado de Semana Santa restó días. Carpinetti recordó que entre las pocas cuentas que puedo ver le llamó la atención los concursos de precios y licitaciones privadas, hechas el mismo día y para la misma tarea. Todas las obras para zanjeos. “Me parece que se está dividiendo esto para no llegar a una licitación. Pude observar que se hicieron 99 concursos de precio para zanjeo y 18 licitaciones privadas efectuadas para hacer obras, por un total de 14 millones de pesos. Creo que esto va en contra del tratamiento de contabilidad de contrataciones. He observado que existiendo gran cantidad de planes sociales, con los miles de personas que están afectadas a las cooperativas, no se entiende porqué hay que contratar a una empresa para que lo haga con máquinas cuando lo puede hacer la gente a mano y darle trabajo”. Para cerrar el ex intendente disparó diciendo: “De enero a abril hay 15 contrataciones para una sola empresa. Fui a ver cinco lugares, donde se hicieron los trabajos. De los cinco en 4 lugares los vecinos me dijeron que nunca se hizo algo. Me gustaría que la transparencia no se viera reflejada en la brillante esfera de los carisimos relojes del secretario de obras públicas”.

Caparé dijo que si necesitaba hacer uso otra vez de la palabra, no lo podría hacer. Recordó que la Libertad de Expresión es parte de los Derechos Humanos. Pidió que no se vote el proyecto hasta tanto se puedan ver los gastos. Pidió la Sesión Especial con rango constitucional. No tuvo eco y se votó.

La mayoría no dio marcha atrás. Caparé, Toralez, Ottonello y Carpionetti se abstuvieron de votar. Arellano y Estupiñan votaron por la negativa en tanto Colombi y Di Natale votaron mitad y mitad. En contra en particular y a favor en general.

La mayoría ganó la votación, pero a muchos le quedó un gusto amargo en la boca, por más caramelos que haya repartido la concejal Ravagni entre sus pares.

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