miércoles, 14 de abril de 2010

Acción Católica propondrá que la la Plaza se llame Juan Santolín

Sr. Director:
"No me importa tanto lo que me queda por vivir, sino lo que me queda por hacer", sostenía Lucio Anneo Séneca, filósofo Latino. Tal vez, exprese esta frase un breve espacio en la vida de nuestro ilustre Padre Juan Santolin.


Ante vuestra sugerencia de escribir unas líneas, tal sus palabras, no tanto en las acciones que son innumerables, la creación de los colegios, la radio, el taller para niños con discapacidades, y tantas otras, sino de el "hombre" y su "sacerdocio".

El padre Juan, me ha gratificado, mate de por medio con largas charlas, siempre con el centro en su pasión por el amor a la Acción Católica, que lo orientó a su vocación sacerdotal, su amor a la poesía, y a la lectura del Evangelio. Transcribo aquí uno de sus preferidos textos, el de San Pablo a su discípulo Timoteo: " Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas. Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufrimientos, realiza la función de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio " (2 Tm 4,2-5).

Siempre hacía mención en sus pláticas sobre los tiempos por venir con suma preocupación ante el abandono de los valores.

Nos unió el conocer viejos profesores que tuve en el Seminario, que eran aquellos compañeros que él tuvo en sus años de formación. Pero sobre todo su sensibilidad para ajustarse a los cambios con serenidad y humildad, y su amor por sus amigos sacerdotes. Y por sobre todo, razón por la que me convocó en el 2000 a servir en la Acción Católica en su Parroquia, el deseo de que los laicos se insertaran en el ámbito de la política con el fin de dar testimonio evangélico. El mate de la mañana con los diarios para informarse "La Nación", "Varela al Día", la casa siempre abierta, el corazón siempre dispuesto para que entraran en él nuevos amigos, potenciaron su principal característica humana, la sonrisa, el canto, la familia y el amor entrañable por los pibes de las escuelas. Un cura gaucho apasionado por el avance de las comunicaciones y la educación.

Con usted, señor Director, reflexionábamos sobre cuantos hombres y mujeres han sido bautizados, tomaron su comunión, luego se casaron, y a cuantos y cuantos ha confesado. Usted me comentaba que paso por todas esas instancias junto al Padre Juan, pese a ello, parecía en ocasiones marcar alguna pequeña distancia, pero a mi entender no era tal, sino que era para él absolutamente normal que todos fuéramos parte de esta tan particular comunidad cristiana. Pese a que algunos no creían cuando le llegué con la noticia de que era una realidad el cambio del nombre del Pueblo, me miró y me dijo simplemente: "bueno, eso ya está, ahora hay que hacer una ermita de la Virgen de Itatí". Así era el Padre, aplicado a la acción permanente, y como centro de ella la oración. Las dos juntas, sino la "cosa no funciona", decía.

En cuanto a su pastoral social y respecto a la pobreza, (ese flagelo que tanto espanta a los políticos sin distinción de procedencia) creo resumirla en " los pobres quedan confiados a nosotros y en base a esta responsabilidad seremos juzgados al final (cf. Mt 25,31-46) y en tal sentido mencionaba las palabras de su querido Papa a que tanto amó: " Nuestro Señor nos advierte que estaremos separados de Él si omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños que son sus hermanos ". Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 49: AAS 83 (1991) 854-856 y también Id., Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 15: AAS 80 (1988) 528-530. Nunca un hermano pobre se fue sin una respuesta inmediata del Padre Juan. Nunca dejó de asistir a los enfermos, no importaba el horario, jamás dejó de asistir a un acto institucional, a bendecir una nueva obra. Hago uso de mi derecho a reserva sobre sus enojos para con algunos políticos, pero siempre era solícito a creer que Jesús tocara sus corazones. "No juzgar a los hombres, sino sus acciones". Bien acompañado por sus feligreses, siempre dispuesto a acatar los mandatos de sus Obispos. ¿Si tuvo detractores? Quien escribe puede afirmar que sí, pero siempre desde las sombras y en las sombras quedarán.

Desde una radio local me han consultado si el Padre pensaba en la muerte, respondí que tal vez sí, pues lo veo natural, pero si lo hacía supo combatirla y finalmente vencerla teniendo por ejemplo a su gran amigo Jesús Resucitado. Podríamos llenar hojas y hojas hablando con anécdotas, dichos, frases, pero tal vez como síntesis sirva simplemente que no se lo recordará jamás por el hombre que indefectiblemente murió, sino por el hombre y sacerdote que naturalmente vivió fiel a Cristo y la Virgen, fiel a su pueblo tan querido. Obviamente, los extrañaremos como amigo, como Padre, como parte de un terruño enorme de este Distrito, pero quienes confiamos en el Cielo sabemos que (no digo Florencio Varela por que él no lo hubiera querido) todo el Pueblo de San Juan cuenta con otro ángel al lado de Dios.

Quinteros, Diego Luis

Areá Sectores Profesionales

Acción Católica Argentina

Pquia. San Juan Bautista



"La Acción Católica, con la previa consulta al Padre Marcelo, Párroco de San Juan Bautista, iniciará, consensuando con la comunidad parroquial, con las organizaciones e instituciones sociales, y personas en general, un documento de adhesión a que la Plaza Central frente a la Parroquia, lleve su nombre como signo de su paso y su labor. Luego de la firma del mismo, se elevará a las autoridades por las vías correspondientes informándose sobre los resultados de tal iniciativa. Esperamos que en esta iniciativa se respete los tiempos comunitarios. Se habilitará un correo el electrónico para sumar adhesiones. Gracias.

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