Desde su lanzamiento, a fines del año pasado, el plan Argentina Trabaja no logra encantar. Esta vez, son los intendentes del Conurbano bonaerense los que alzan la voz. Sucede que los jefes comunales encuentran demasiadas dificultades para supervisar la asistencia de los empleados de las cooperativas que agrupan a miles de trabajadores por distritos, y los niveles de ausentismo comenzaron a alarmarlos.
“La complejidad del programa es que no se tuvo en cuenta la infraestructura que se requiere, implementarlo es tener un municipio paralelo”, sostienen los alcaldes consultados. Los intendentes decidieron levantar la voz después de que el último fin de semana funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación se ausentaran de una reunión en Vicente López en donde los esperaban los secretarios de Hacienda de los municipios para coordinar la rendición de cuentas del plan.
En Florencio Varela, el intendente Julio Pereyra sostuvo ante PERFIL que “el ausentismo de los beneficiarios por Argentina Trabaja llega a un 30%”. El jefe comunal explicó: “Hay muchos anotados en lista de espera, por lo que queremos comenzar a dar de baja a quienes se ausentan para poder incorporar a otros”. Sin embargo, él no puede avanzar en esta tarea, ya que la misma depende del Ministerio de Desarrollo Social. En Esteban Echeverría, distintas organizaciones sociales protestan a diario frente a la Municipalidad. El motivo es que el jefe comunal, Fernando Gray, decidió comenzar a descontar los días de ausentismo. El intendente graficó: “Al primer día de trabajo, de una cooperativa de limpieza encargada de limpiar el hospital, asistieron 42 de los 60 anotados”.
En este distrito funcionan 56 cooperativas que agrupan a 2.100 trabajadores (la Municipalidad cuenta con 1.700 empleados). Para el funcionamiento de las cooperativas, el municipio debió incorporar cuarenta empleados administrativos, abogados y contadores, cuyos gastos corren por cuenta del Ejecutivo local. Sin embargo, en los próximos días Gray hará una presentación al ministerio para que se le reconozcan los gastos. En Berazategui, su jefe, Juan José Mussi, declaró que “había serias dificultades porque a quienes faltaban no se les descontaban los días, por lo que se comenzó a hacer un círculo vicioso y quienes sí asistían comenzaron también a ausentarse”. Después de un llamado telefónico a la ministra Alicia Kirchner los descuentos comenzaron a hacerse efectivos. En Quilmes hay 8.500 trabajadores inscriptos realizando obras en centros de jubilados, veredas, desagües y señalización. Pese a que el intendente sostuvo que “hay cerca del 20% de ausentismo, en los próximos días comenzará un control más estricto. Para muchos es su primer empleo, por eso cuesta que se adapten”.
Ante el descuento de los días, los intendentes comenzaron a ser denunciados ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo
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