La próxima elección del 23 de este mes, para el nivel municipal, quedó reducida a solo 9 candidatos a intendentes municipales de los 17 que compitieron en las primarias de agosto en Florencio Varela. Algunos no compiten porque no pasaron el filtro de esas primarias y otra (la de ADN) porque desistió su referente de participar y dar sendos increíbles apoyos a dos fuerzas diferentes aunque con matiz peronista-kirchnerista.
De esos 9 postulantes, solo parecen tener posibilidades de luchar por el podio electoral 3 de esas fuerzas: FPV-PJ, NE-FPV y UDESO, en ese orden.
Los sondeos conocidos dan ventaja hasta ahora al intendente Julio Pereyra, quien intentará ser reelecto por quinta vez en su cargo, marcando un récord si lo logra. Debe recordarse, además, que el varelense es un distrito con gran influencia peronista, pues ese signo político gobierna el municipio desde la restauración democrática en 1983.
En las pasadas primarias, el «pereyrismo» obtuvo un porcentaje de mas del 49 por ciento de votos, lo que habla a las claras de su favoritismo en las urnas para el venidero 23. Si a eso se le sumaran los algo mas de 6 puntos de las otras nóminas que compitieron contra él en esa interna, rondara el 56 por ciento, siempre claro esta si esos votos se mantienen y sufraga la misma cantidad de gente.
A ello, ha sumado el apoyo de un sector ex carpinettista –el otro apoya a Salatino-, por lo que, a priori, todo parece favorecerlo.
PREOCUPACION
No obstante, debe existir alguna
preocupación entre las huestes oficialistas debido a que han salido sus principales operadores políticos a anunciar esos apoyos y a expresar que «la única lista, oficial, que va con Cristina, es la de Julio Pereyra», tal como sentenció Laura Ravagni, o anuncian carteles callejeros.
Quizás no sea casualidad, debido al crecimiento que ha experimentado el sector peronista vinculado a Nuevo Encuentro de Sabbatella que encarna Héctor Salatino, ex titular del HCD y que alega estar a solo 5 puntos de diferencia del jefe comunal según sus propios sondeos, y con un 14 por ciento de indecisos que pueden resultar vitales a la hora de una definición comicial cerrada.
Lo de Salatino, con una campaña agresiva e intensiva pero no difamatoria en todos los barrios, demuestra que hay un sector del mismo oficialismo gobernante que juega a ganar la intendencia y a destronar a Pereyra de su sillón. Salatino confía en duplicar los 24 mil votos que alegó obtener en agosto, aunque oficialmente se informaron 15.600, y pelear contra Pereyra y el aceitado aparato político de «la 30». Destaca que con el apoyo vecinal le puede ganar al intendente y además lleva «arriba» la boleta presidencial de Cristina Fernandez, favorita de todos los sondeos y casi seguramente reelecta. Si los de NE sabbatellista logran evitar picardías con las boletas y ejercen un buen control del comicio y el escrutinio, pueden perturbar las chances del pereyrismo.
OTTONELLO Y SU SORPRESA
La tercera fuerza en discordia a una semana de la elección la representa UDESO, donde la Unión de radicales y peronistas disidentes llevan como candidato a jefe comunal a Dardo Ottonello, actual edil justicialista. En la primaria, esa fuerza logró casi 16 mil votos y desde su entorno aseguran que «el sector crece» bajo el tutelaje y el arrastre de De Narváez. Confían en convertirse en la sorpresa de la elección del 23, si logran concitar los votos peronistas que no atrae ni Pereyra ni el llamado kirchnerismo. Ottonello también procura polarizar la elección, al igual que Salatino.
La candidatura de «El lagarto» Olmedo puede resultar un intríngulis difícil de resolver, aunque al presentarse con una «boleta corta» sus chances decrecen. Las otras fuerzas, el FAP de Kaler, el FP de Zisuela, la CC de Arellano, el FI de Gellert, más allá del crecimiento o baja de sus candidatos presidenciales, disputarán una elección con las miradas puestas en acceder con ediles al HCD.
EL DESAFIO
El desafío de casi toda la oposición comunal será el tratar de «llegar al piso» mínimo para ingresar algún concejal en el HCD de los 10 que se elegirán, aunque la cifra no será exigua, pues se necesitarán casi 16 mil o 17 mil votos para «meter» un concejal. Ello no será fácil para esos sectores, aunque si se consigue, «por arrastre» se ingresa un segundo edil.
Por ahora, la ventaja está del lado de Julio Pereyra, que es el favorito, y que, según aseguran en su entorno, procurará «ir por todo», o sea, tratar de consagrar los 10 concejales que se renuevan en el HCD. Los números de agosto avalan esa pretensión, aunque habrá que ver que contraofensiva dispone la oposición para impedírselo.
LOS BLANCOS, CLAVES
Otro factor para tener en cuenta es que en la pasada primaria hubo casi 25 mil votos en blanco, recurridos, impugnados o anulados, unas cifra nada despreciable y que habrá que ver si ese porcentaje se repite o no, o se inclinan hacia algún sector político en especial. Inclusive, hasta pueden definir la elección o incidir mucho en la misma.
Semanario La Colmena
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