La escena se repite cada tarde. Cientos y cientos de varelenses se congregan en la plaza principal de Florencio Varela, homónima al distrito. Ubicada frente al palacio municipal, el ágora sabe albergar en su verde parque a personas de todas las edades; hombres, mujeres y niños realizan actividades al aire libre, se ejercitan o simplemente disfrutan sentados en los bancos la caída del sol.
FUERA ESTRÉS
El lugar es elegido por sus amplios y blandos senderos, donde aquellas personas que practican caminatas o atletismo, pueden desarrollar esas actividades sin mayores riesgos ni contratiempos. Ubicada entre la avenida San Martín, calle Chacabuco, 25 de Mayo y Maipú, la plaza Florencio Varela se transformó en un lugar de encuentro como ninguno.
A su alrededor, además del parque municipal, el parque esta acompañado por la imponente iglesia San Juan Bautista, el Museo de Artes Visuales. “Somos del barrio Monteverde. Trabajamos en la capital y nos bajamos enfrente a la plaza sólo para poder ejercitarnos y pasar el mal trago del viaje de regreso a casa. Hay mucho estrés”, explicó Sandra (24) una de las deportistas que junto a una amiga, sabe llegar hasta las curvas de la plaza para trotar.
Pero no es la única. Luego de venir ininterrumpidamente por más de un año a la plaza Florencio Varela, Sandra conoció a otras chicas que también ejercitan como ella. “Nos hicimos de muchos amigos aquí. Todos hacemos ejercicios y tenemos ganas de hacer amistades. La conocemos como la plaza de la muni; es lógico, tenemos el edificio de gobierno frente a nuestros ojos”, precisó entre risas la joven.
IMÁN VERDE
El magnetismo por la vida al aire libre es tan fuerte que muchos llegan hasta aquí con sus familias y pasan la tarde a puro mate y galletitas. Este es el caso de Fernando (30), que cada tarde de por medio, viene con el auto y baja un bolso lleno de menesteres como para un picnic, junto a su mujer y sus hijos. “Es lo mejor. Acá mis chicos pueden correr y jugar sin problemas. Yo, mientras corro alrededor de la plaza y mi esposa toma mate y merienda con ellos. Hay mucho espacio y tenemos la seguridad de que vamos a pasar muy bien”, indicó el hombre vecino del barrio San Eduardo. Otros tantos concurrentes, suelen simplemente caminar. La tarea de dar vueltas por los caminos de la plaza les demanda al menos una hora. Muchos de quienes dedican su tiempo a realizar esta actividad son los mayores, que se acercan vestidos con joggings y cómodas zapatillas.
Para los más jóvenes la música es la mejor compañía. El famoso MP3 se volvió imprescindible a la hora de salir a correr por la plaza. “Escucho la radio o antes de venir cargo algunas canciones rítmicas”, contó Erica otra de las que habitualmente disfruta del aire puro.
Pasearse con una mascota también es una buena opción, para quienes buscan no estar solos, eso sí la regla es clara: todos cumplen con juntar los desechos de los animalitos.
CUIDADO Y SEGURO
Distintas especies arboleas le dan un marco de perfecto bucólico al lugar. Hay palmeras, ombúes, acacias y otros ejemplares admirables, muchos de ellos de más de cien años de existencia.
En el centro de la plaza, una imagen de la Virgen María vela por todos aquellos que pasen por allí. Otra particularidad, son los bebederos donde muchos buscan refrescarse. La iluminación también es destacable. En sus amplios dos mil metros cuadrados de extensión, la plaza Florencio Varela cuenta con una importantes cantidad de faros que hacen de la zona una de las más seguras. Por este motivo, muchos visitantes se quedan hasta que oscurece y más, con la tranquilidad de la zona. Cabe destacar que el personal de mantenimiento municipal, cumple con la limpieza y desmalezamiento del parque, algo que ayuda en un alto porcentaje en la puesta en valor del lugar.
martes, 23 de marzo de 2010
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