El descenso de River sacudió la estantería de todo el fútbol argentino. El hecho, tan sorprendente como conmocionante, corrió los muebles de todas la habitaciones y de aquí a agosto, cuando vuelva a alzarse el telón de los torneos que movilizan las emociones más arraigadas de los criollos, habrá que ir acomodando todo dentro del nuevo mapa futbolero que quedó conformado. Uno de los elementos que titilan en el panel de control del instrumental de vuelo apunta a una medida adoptada hace cuatro temporadas, cuando tras los incidentes provocados por los hinchas de Nueva Chicago, tras su descenso a manos de Tigre, el Coprosede resolvió prohibir la concurrencia de los hinchas visitantes a los partidos de ascenso. Ese fue el detonante en medio de una situación a la que, agregados los enfrentamientos callejeros que eran moneda corriente, no le encontraron otro remedio. Pero la aparición de River en los escenarios de la B Nacional, acompañado de otros pesos pesados como Huracán, Gimnasia y Quilmes generó un marcado llamado de atención al respecto. La primera reflexión que surgió fue económica: estas eventuales recaudaciones podrían ser para los clubes un ingreso mucho más importante que el que perdieron cuando se adoptó la medida. A ese elemento se sumó, en las últimas horas, un rumor surgido desde las plazas del interior, donde aseguraban que las distintas gobernaciones presionarían para que se modifique la medida y, de esa manera, favorecer el flujo turístico en cada ciudad, especialmente con la visita de River.
Posturas variadas
Sin embargo, no todo es lo que parece. Porque las posturas son variadas. Hoy la B Nacional, por ejemplo, quedó conformada con 10 equipos metropolitanos y 10 del interior del país. La prohibición de los hinchas visitantes bajó los decibeles de la violencia y también contribuyó para que los clubes recibieran un alivio en cuanto a sus erogaciones para hacer frente a los operativos de seguridad para cada partido. Pero además, también se sabe que, sin visitantes habilitados, los planteles que viajaban al interior se vieron liberados de la presencia habitual de los barras (los únicos que viajaban) en el hotel del equipo para pedir entradas, plata y camisetas a dirigentes y jugadores. Todos estos elementos, sobre la balanza, hacen que no esté claro cuan beneficioso puede ser para los clubes la rectificación de esta medida. La posición de la AFA es clara; Julio Grondona (ver aparte) quiere que los hinchas vayan a la cancha. Pero los organismos de seguridad, recostados sobre la tranquilidad de haber evitado incidentes durante los últimos tres años, ofrece mucha resistencia. Por lo que se estima que, en futuras reuniones, se buscará negociar una salida intermedia, en principio, como medida piloto. Una de las propuestas es que el regreso de los visitantes se realice en forma paulatina, limitando el número de hinchas que puedan asistir en el primer torneo. El rumor de las presiones en torno al turismo en las provincias quedó desestimado: los que viajan con los equipo al interior no son, precisamente, los turistas que las ciudades esperan para apuntalar su economía. Pero, en cambio, la libertad y el derecho de los aficionados, ganan posiciones fuertes en la pulseada. “El espectáculo del fútbol es para la gente”, asegura Grondona”. El Coprosede, con su titular Rubén Pérez a la cabeza, anunció que “no están dadas las condiciones para se pueda habilitar el regreso de los hinchas visitantes a los estadios”, y entre sus argumentos antepone la infraestructura que hace falta para cubrir todos los escenarios y teniendo en cuenta que el personal de seguridad también debe encargarse del traslado y la custodia de los barras. “No se han modificado o mejorado aquellos fundamentos que han dado lugar a la medida en 2007. Acá hay que generar inversiones en infraestructura y tecnología. Cada vez que arranca una temporada se habla de lo mismo, pero no están dadas las garantías. Muchos clubes no están en condiciones de recibir al público visitante porque hace cuatro años que no lo hacen, y las instalaciones en los estadios no son las adecuadas”, aseguró Pérez.
Qué dicen en los clubes
La dirigencia de la Primera B Nacional tienen su posición oficial. Carlos Coloma, presidente en ejercicio de Quilmes, señala: “Estamos de acuerdo, como institución, con que vuelvan los visitantes. Yo lo pedí en la reunión del comité ejecutivo de AFA, porque Quilmes viene de Primera y nuestros socios y simpatizantes estuvieron en en todas la canchas y no hubo problemas. Si jugando en Primera se podía brindar todas las medidas, en la B Nacional también”. Por su parte José Lemme, presidente de Defensa y Justicia, aclara: “Esta decisión no depende de nosotros. Vamos a aceptar con mucho gusto si se decide rever la medida. Los clubes no tienen problemas; fue el Coprosede el que determinó esto por la falta de personal”. Y agregó: “Económicamente sería importante, si tenemos en cuenta las recaudaciones que se podrían lograr con los equipos de gran convocatoria”, mientras que, en cuanto al costo actual de los operativos, explicó: “Antes, si bien se puso en práctica esta medida, los clubes pagábamos mucho menos; pero últimamente ya no se notaba la diferencia”. Sobre ese tema también habló Coloma: “Siempre se dijo que los mismos directivos no querían a los visitantes en las canchas por los altos costos de los operativos, porque hay equipos que no traen demasiado público y el dinero se tiene que abonar igual... Es un tema para analizar, Quilmes hizo el pedido, después se verá como se puede cubrir esos costos”. En Atlanta, su vicepresidente Marcelo Paz, no duda en asegurar que “Atlanta está a favor de que regrese el público visitante a los estadios; ellos son parte de la fiesta del fútbol y no pueden quedarse afuera. Eso debería ocurrir en todas las categorías del ascenso. La resolución final la tendrá el organismo de seguridad, pero nosotros queremos que todo vuelva a la normalidad. Hubo que esperar a que descendiera River para que se estableciera este debate; más vale tarde que nunca”. Por su parte, en Chacarita aseguran estar “de acuerdo. El público tiene que volver; creo que el problema de la violencia en el fútbol no pasa porque haya o no público visitante”, señala su vicepresidente Osvaldo Lobato. “Da un poco de bronca que se hable del tema ahora que bajó River, porque pareciera que el resto de las instituciones del ascenso no tenemos el valor que consideramos” agregó antes de mencionar: “Si bien a los instituciones los operativos policiales se nos acrecentarían y muchas no tienen economías fuertes, de alguna forma nos pondremos de acuerdo en los costos y la situación se superar. El público tiene que volver. Al hincha, la ilusión de ver al equipo, tanto de local como visitante, no se le puede cortar, como se hizo en estos cuatro años. En nuestro caso, la cancha está lista, se están ultimando los detalles de la tribuna visitante, que tendrá capacidad para seis mil personas”.
Diario Popular
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