A veces uno se pregunta cual es el orgullo de ser varelense. Este diario ha marcado hasta el hartazgo de sus lectores situaciones que se podrían modificar para tener una ciudad más limpia y ordenada. Una ciudad que fuera orgullo de vivirla por todos, incluso aquellos que están de paso en el distrito. Ellos se deben llevar la mejor impresión de lo “lindo que esta Varela”. Sin embargo, sucede lo contrario. En parte porque ya no alcanzan las tareas del municipio para tal fin y en la otra (mayoritaria) por la enorme falta de educación de nuestros convecinos.
Una de las obras más importantes en lo que hace a la arquitectura y ordenamiento vial y peatonal, fue sin dudas el Bajo Nivel. El único, hasta ahora, de los tres anunciados por construir. Nos cansamos de reclamar, en soledad, por el paso peatonal y desde el municipio nadie dice una palabra. Le pedimos a los funcionarios que vayan al lugar a ver de qué forma cruza la gente y no toman nota. Ni se dan por enterados. Desde que se habilitó el paso peatonal, hace medio año, los discapacitados motrices no pueden cruzar porque no hay rampas para tal fin. Nos preguntamos, ¿esta no es una violación a los derechos humanos de las personas en lo que hace a la igualdad? ¿No hay discriminación? ¿Qué diría el INADI de esta barbaridad que ocurre en Varela?
En otro plano cabe el reproche, muy alto por cierto, para quienes deberían cuidar lo que tenemos. El lugar hoy es una verdadera cachetada al destrozo y el vandalismo. Han sustraído dos de los cuatro semáforos de prevención, ubicados en los ingresos y egresos al túnel. Han intentado robar al menos uno, los reflectores que iluminan debajo de puente. Además una serie de 7 han dejado de funcionar. El lugar, en todo, es un claro reflejo del vandalismo visual, ese del que este diario viene pidiendo medidas concretas, como una ordenanza que prohíba la venta de aerosoles a menores de edad. Además, el hecho de pintar paredones es un delito penal y le cabe a todo el mundo. En Varela estas medidas nunca se tomarán por cuanto van en contra del proselitismo político de campaña.
En ese marco de situaciones, el bajo nivel cobija a vendedores ambulantes de CDs truchos, como otros tantos puestos, por los que no existe vocación política y de seguridad de erradicación. Así seguirá el punto neurálgico de la transformación del distrito. El que comenzó a diseñarse hace 5 años y cuyas imágenes arquitectónicas nos mostraban como un gran centro de encuentro. Igual que la peatonal. Lo poco y mucho que se hizo, no ha sido valorizado por la gente, la que todo destruye, con el que todo quedará igual por funcionarios que no funcionan.
DENUNCIAS
Ayer nos comunicamos con el INADI y la Direccion de Derechos Humanos Municipal, afin de preguntar que medidas podrían tomar en función de una posible violacion a los derechos humanos de las personas con capacidades diferentes que por el tunel peatonal del bajo nivel, no pueden cruzar.
El INADI atendió el llamado y sin saber que este diario queria conocer que medias hay, una especialista en las denuncias admitió que la misma tendria un curso valedero por discriminación. Como primer paso se debe presentar una nota en la Dirección de Discapacidad del municipio varelense. Con el sello oficial de recibida la queja, se debe acudir alñ INADI, calle Moreno 750, 1º piso de la Ciudad de Buenos Aires.
Por el lado municipal nos llamó el abogado Daniel Giaquinta, quien nos dio por teléfono una “clase” de como reclamar ante las ditintas área de la comuna, pero eludiendo responder si la situación no era una clara violacion a las derechos humanos. En determinado momento el orientador manifestó que Derecho Humanos de la municipalidad se especializa en caso de abusos de poder relacionados con la Justicia en desmedro de gente detenida. Lo que el comuna de la gente dice, que los derechos humanos son solo para los delincuentes. Sobre el final el “especialista” se molestó cuando preguntamos si atendería la presunta violancón a los derechos humanos de los discapacitados y en forma cortante dijo NO.
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