Se llama Daniela O y es militante del MTD Aníbal Verón, allí conoció a su novio, justamente a éste lo llamaron como lo hacen siempre para asistir a una marcha de protesta frente a la comisaría de bosques.
La sorpresa que se llevaron los novios fue que las pancartas que se exhibían llevaba la cara de Daniela. Gracias a que la policía estaba tras las pistas de la menor, la encontraron a punto de fujarce nuevamente. No había sido victima de ninguna mafia de trata de personas, sino del amor.
La causa por Averiguación de Paradero comenzó a escribirse el 16 de julio en la Comisaría Cuarta de Bosques. Daniela O, de 16 años había desaparecido, los familiares denunciaron que la adolescente podría ser victima del delito de "Trata de Personas". En ese sentido la policía dio intervención a los organismos Nacionales, y a los medios de comunicación masiva.
Fuentes policiales informaron que se continuó con las tareas investigativas a cargo del gabinete criminológico policial y se procedió a realizar un relevamiento de las amistades de la menor, estableciéndose que la misma mantenía un romance con un joven de esa misma línea política, pero no pudo ser individualizado. Tras haber realizado un seguimiento de triangulación de antenas de telefonía celular, se pudo detectar que el teléfono se activó en la fecha en horas de la noche, y que la señal provenía de la zona de Bosques Centro. Mientras los vecinos manifestaban frente a la comisaría. Se supo que se logró generar un cerco perimetral de telemetría, en las adyacencias de la Estación de Bosques, que dio los resultados esperados.
Hata allí fue el patrullero, la menor estaba a punto de tomar un tren que la llevaría a Rafael Calzada, había cambiado su peinado y vestía otra ropas
La sorpresa mayor para los efectivos fue que los dos adolescentes venían de la manifestación frente a la comisaría y el mismo novio tenia en sus manos una pancarta con la cara de Daniela. La menor indicó a los policías que no deseaba volver a la casa y explico que sus progenitores no la dejaban salir con su novio y no aviso de su decisión porque pensaba que a su familia no le importaba donde estaba. La menor se encontraba en buenas condiciones de salud.
Así terminó esta escapada de película de estos dos adolescentes, mientras tanto cientos de personas se movilizaron para pedir justicia…más de media docena de policías realizaron una investigación y movilizando al lugar aparatología pesada para detectar los teléfonos celulares… pero lo pero es que una madre sufrió 10 días el no saber nada de su hija. ¿cuantos casos habrá así ¿
Nos cabe preguntar qué pasa por la cabeza de estos jóvenes, ¿son acaso influenciados por las historias de aventura que día a día propone la novela Casi Ángeles? o realmente la educación que les damos los adultos los lleva a pensar que un padre no estaría preocupado ante la desaparición de un hijo.
La historia argentina ya sufrió mucho la desaparición y es un estigma que llevaremos por años, es justamente por eso que no se deben jugar con esas cosas y con esos sentimientos. Porque no debe haber cosa peor en la vida que nos saber donde está o que le paso a un hijo.
Publicado en Revista Comunal
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