Es a causa de las trabas a la exportación recientemente aplicadas por la secretaría de comercio interior
La carta llegó a nuestro correo ayer al mediodía y decía: “Señores del Diario de Varela. Queremos contarles que en el dia de la fecha se produjo el cierre del Frigorífico Látigo. En asamblea se notificó a los trabajadores que por un plazo de 10 días el trabajo en la empresa se suspendía. Es a causa de las trabas a la exportación recientemente aplicadas por la secretaria de comercio interior, se retiraron los rabinos que estaban haciendo faena Kosher ante la imposibilidad de exportar a Israel y el frigorífico perdió con eso la poca faena de exportación que quedaba. Los trabajadores estamos en situación de alerta, ya que si no se soluciona la situación se extendería nuestra suspensión mas allá de ese plazo. Sin otro particular los saludamos atentamente”
Paradójicamente la carta es un latigazo a las medidas que se toman para intentar contrarrestar los efectos de la inflación. La crónica de esto da cuenta que la situación en la industria de la carne se agravó con un nuevo cortocircuito entre los frigoríficos y el Gobierno. El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, ordenó la semana pasada un nuevo cierre de las exportaciones por tres semanas, molesto porque las empresas de faena comenzaron a rebelarse contra su sistema de "baratas", imperceptible para la población pero clave para que el INDEC acomode los valores de los precios de la carne.
El diario La Nación señaló hace unos días que hasta ahora, el sector enviaba unas 2.000 toneladas de cortes a precios populares a los supermercados, pero ese volumen bajó a 1.600 toneladas la semana pasada. Ante las quejas de una importante cadena de hipermercados, Moreno estalló en furia y volvió a restringir la emisión de ROE (permisos de exportación). Debido a las fuertes pérdidas que les provoca el sistema, varios frigoríficos pensaban comunicarle a Moreno que no seguirían enviando los tan mentados cortes populares.
En este contexto, la Federación Gremial de la Carne, liderada por José Alberto Fantini, decidió movilizarse. Los obreros de mameluco blanco montaron desde el lunes piquetes en Liniers, para evitar el ingreso de camiones. La medida, en caso de ser prolongada, no afectará totalmente el abastecimiento de carne a la ciudad, ya que por Mataderos pasa 15% de la oferta de ganado.
El endurecimiento del sindicato tiene que ver con el incumplimiento del "Programa Especial de Asistencia al Empleo que anunció Cristina Kirchner" y que nunca se puso en marcha, se explicó.
Desde ese anuncio, en mayo, la situación laboral empeoró. Según fuentes empresarias, hoy están cerradas plantas importantes como Mascellarius, Lafayette, Runfo, y Alberdi, además de algunas de los grupos Mattievich, Marfrig y JBS Friboi. El gremio de Fantini, alineado con la CGT de Hugo Moyano, no dio cifras de despidos. Pero el dirigente díscolo Silvio Etchehun, que milita en la central disidente de Luis Barrionuevo, habló de 4.500. Lo cierto es que los subsidios del Gobierno nunca aparecieron.
Publicado por Varela al Día
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